lunes, 21 de julio de 2008

Releyendo: 1984

El ser humano por naturaleza es sociable, precisa del grupo para sentirse identificado como individuo, sentirse protegido, acogido con lazos de afecto donde desarrollarse como ser.
La "muerte" de la familia solo tiene la finalidad de someter al individuo frente al poder, eliminar el instinto de refugiarse en sus raíces, sentirse controlado incluso en el plano mental, sin afectos con muchos miedos a lo desconocido que lo es todo.
La sociedad trabajadora, el pueblo, es la única que paga por todo y en la mayoría de los casos por encima de su valor real, enfrente está la élite a la que estúpidamente aupamos y jaleamos, cada vez menos los aceptamos, todo son prebendas lógicamente gratuitas y con sus migajas alimentan a la corte de acólitos-correveydiles que tanto pululan en todo lugar.
Hace tiempo nos encaminaron como rebaño hacia un consumo desmedido y que solo ha tenido el objetivo de crearnos una dependencia económica que manejada arbitrariamente cercena toda posibilidad de rebeldía ya que en mayor o menor medida tenemos el futuro hipotecado.
He releído una vez más el libro titulado: 1984 de G. Orwell, leerlo y pensad en libertad, en vuestra libertad.

No hay comentarios: