Sonrisa ajena.

Tras la sonrisa está mi alma, te agrada mi imagen de eterna y sincera sonrisa que te hace sentir la satisfacción de compartirla pues conoces la ausencia de máscaras que nos harían daño a ambos, ¡ mi querida fru-fru!, acaso nuestras vidas fueron lejanas y sin embargo tan paralelas, tanto que siempre supimos los unos de los otros y la vida nos llevó de la mano en un rápido pasar de años, tantos..., a veces pienso en los ya caducos barcos varados en el fondo de un maloliente y pequeño puerto, sabes que siempre ha sido una constante en mi mente, fuimos y esperamos, esperamos, solo que existen días en que deseamos levantar los brazos al cielo en busca de una respuesta que solo nosotros conocemos..., como dijo el poeta: navego en un rosado pétalo de flor condenado a remar.
Seguiremos sonriendo y en ocasiones riendo con permiso de esta vida, alejando las amarguras y reteniendo alegrías sabedores de que el nuevo día siempre nos dará razones para seguir con nuestros recuerdos y también con nuevas ilusiones que el mañana nos depare, sonreiremos y sabremos que estamos vivos, miraremos a nuestro alrededor y sabremos de tantos motivos para seguir viviendo tras una sincera sonrisa...

Estas páginas, mi libro...

Cuando te invento despierta / sedienta y alucinada;
cuando mi voz se hace trino / en la mañana callada,
cuando tus ojos me miran / expectativa y ufana.
mi corazón se humedece // con la lágrima rosada
exultante de ternura / por la página que pasa.
Ese es mi libro de gozos / en el que tú me acompañas,
ese es mi libro registro / de las páginas doradas,
de las cuitas de mis versos, / de las noches encantadas.
Cuando las estrellas brillan / y cuando están apagadas
se iluminan tus caricias / me acarician tus palabras.           (Fco. Barrao)


Busco en las nuevas páginas llevado de recuerdos, hacia adelante solo páginas de vacío, solo el hoy, sombra del mañana aún por escribir..., te busco en cada linea ya escrita que suena como un tambor en mi memoria, en cada lágrima que tu no viste y que borró el viento del norte... no quiero olvidar, quiero saber quién soy y formas parte de mi, seguiré pasando hojas en blanco..., ¡la voz de mi nieto reclama un helado!.

Aleteos...

Mi viejo nido, mi querido y viejo nido forjado para toda una vida, una vida de promesas y llena de ilusiones alrededor de nuestro nido, se forjaron vidas que pronto aprendieron a volar y que al fin volaron en pos de otros vientos quizás llevados por soñadas alas que en su aleteo les alejaban más y más del viejo nido, más allá del lejano horizonte, más allá de los viejos trinos que ya nadie escuchaba, más allá del amanecer..., mi viejo nido, fuerte y solitario como un castillo anclado en las alturas donde espera y espero, espero los nuevos trinos precursores de torpes vuelos que den vida a este viejo y querido nido..., pronto acabará el verano y las oscuras golondrinas abandonaran sus viejos nidos retornando a otros lugares, nuevos vuelos sobre los vientos ya conocidos, vientos que saben decir y escuchar, ¡ abraza mi voz y llévala junto a ti ! , acaso mis alas ya no pueden volar, acaso solo aleteo sobre mi viejo nido recordando viejos vuelos que fueron jóvenes aleteos compartidos en una vida que ya quedo atrás, mi viejo nido, se que volverán las oscuras golondrinas..., nuevos vuelos, nuevos trinos, nuevas vidas...

Como ese río.

De salto en salto voy por este río,
pero a veces me cubre la corriente,
tu sombra siento yo constantemente
fertilizar mi amor como el rocío.

Cubierto por tu voz como atavío
cruzo puentes y puentes simplemente
para alcanzar amor, amor ardiente
aislado junto a ti como un navío.

Te siento caminar siempre a mi lado
inseparablemente muy hermosa
tu joven estatura enamorando.

El río, que es la vida, me ha embarcado
en la corola leve de una rosa
dispuesto a navegar siempre remando.        (Fco. Barrao Pamplona)

Alguien puso en mis manos esta obra cuyo autor nació el año 1921 en su siempre querido barrio de Arrabal donde vivió y plasmo su obra literaria, quizás buscamos en los confines del mundo lo que nos susurran tantas y tantas cosas junto a nuestro querido río Ebro.

Preparando la siesta.

Ya no existe miedo ante la vida, ya solo queda el sentimiento del padre que poco podría hacer en el futuro de su familia, la vida en su lógica progresión nos enseña a tender las manos en la enseñanza de los primeros pasos y esas mismas manos saben decir adiós llegado el momento de cada ser, no es pesar, solo es el saber donde esta cada uno  en cada amanecer de nuestras vidas y todo tiene el sabor especial de vivir cada momento como algo nuevo, preciso y que no volverá a existir con la exactitud del presente..., ¡así es la vida!, no cabe comparar con hechos que son historia, mejor dejar que su dulce sabor se diluya y disfrutar los sabores del ahora, acaso agridulces ya que son sabores que no elegimos..., también tienen su encanto ya que llegan por cualquier camino y ello nos sorprende, alegra, nos emociona, ¡que más da! si ello nos ayuda a seguir viviendo nuestro caminar, pasos que nos acercan, pasos que nos alejan y todos tienen distinto sabor  en la riqueza de sentimientos que poseemos, pobre de aquél incapaz de sentir ya que ignora que quizás este muerto aún sabiendo que su sangre alimenta su vida. Ombligos al sol, limite visual del origen de la vida y de los sueños..., ¡dios, dios!, ¿donde está mi sombrero?, solo es agosto y hace calor, sudan las ideas en un baño onírico que al menos me hace sonreír, eso si: a la sombra y con botijo, ¡coño con la mosca!...