A orillas del Ebro

Cada vez es mayor el sentimiento de impotencia que tengo respecto de nuestros políticos y da igual el nivel, todos a lo mismo, a por las prebendas, eso sí siempre en nombre del ciudadano, sacrosanto motivo para luchar por el poder. Donde hoy se dice blanco mañana se dice negro todo por el pueblo, sin pudor alguno, se actúa más por interés que por necesidad social.

Fui uno de los 400.000.- de la plaza del Pilar y estuve sin buscar el angular de las cámaras, convencido de lo que hacia y decía, arropando a unos representantes del pueblo, se propició un cambio en el poder y me pregunto: ¿Cuando nos veremos en la plaza del Pilar para exigir el cumplimiento de lo que propiciamos en su día?.

Dice una copla que el Ebro guarda silencio al pasar por el Pilar....sin duda por veneración al Pilar, y añado que probablemente también lo hace para ocultar su sonrojo.

He escuchado varias tertulias de "sabedores de temas" y en todas y todos se preguntaban sobre el silencio de Aragón, al leer el periódico he respirado tranquilo, se ha encargado un estudio sobre el trasvase ó lo que sea, ¡que más da! señor, señor y yo con estos pelos.

Esperanza primaveral

Al doblar la esquina le vi, era dificil no verla, su paso carecia de la firmeza de un tiempo atrás en que era ágil y poderoso, sin embargo su expresión era luminosa a la vez que denotaba signos de cansancio, mirada llena de esperanza con una ligera veladura de temor a un futuro próximo, sus turgentes pechos apenas contenidos en su ligera blusa delataba su estado, era casi imposible ocultarlo, sus caderas acogian a un prominente vientre protegido por sus manos, sabe dios de que ocultos peligros.
Coincidimos en el espacio y abrazándola ligeramente, besé su frente: ¿Que tál? pregunté mirandome en la profundidad de sus ojos, bien, muy bien ya solo falta un mes.
Contemplé su marcha recordando que ya mucho tiempo atrás la acune entre mis brazos, y ví como su preñéz inundaba de alegre esperanza a la futura madre.
La contemplo entre mis brazos, sus grandes ojos me miran, una pequeña lágrima se descuelga de mis ojos y humedece sus manitas. Maria acaba de nacer.

Gorrión

Me encanta el comentar sobre el porqué de las cosas sencillas y que en muchas ocasiones son las más entrañables.
Hace ya bastante tiempo, cuando comenzaba a descubrir este apasionante mundo virtual y en la mayoria de los casos el más real, tuve que elegir un apodo y como entendí que me representaria ante quienes no me conocian, me decidí por vuelocorto en homenaje a una entrañable ave como es el gorrión, tan habitual junto al ser humano que en su proximidad se mueve sin temor y acaso juega a que nos teme apartandose con un ligero vuelo corto para volver a nuestro lado y seguir picoteando su alimento, tal es su grado de conocimiento de nosotros y de nuestro entorno.
Sociable, dicharachero, juguetón, te veo a través de mi ventana y creo que estás compartiendo mi amanecer, quizás me ofreces compartir tú alegria y libertad. Si algún dia no te veo, creeré haber muerto.

Un dia cualquiera.....

Los nuevos jubilados pronto descubrimos lo frágil que es la vida y más cuando lo percibimos en nuestro entorno de afectos. Los conocidos, los amigos, de pronto todo el mundo toma medicinas para tal o cual problema de salud y en las tertulias cada vez se habla más de salud, parece que algunos pacientes gozan incluso de tomar más pastillas, se ufanan incluso de estar peor que los demás, todo esto forma parte de un ritual generalizado y que en mi opinión solo transmite miedo, mucho miedo inconsciente a una sociedad que solo apetece de "activos" y a la que muchos no saben dejar atrás.

Lo más temido es la desaparición de seres queridos, de nuestra edad, que poco a poco la vida va cercenando a nuestro alrededor hasta el punto de hacernos sentir la proximidad del fin.

Pero no todo es tristeza, hay muchas alegrías, muchísimas y cada una de ellas es una hermosa ocasión para disfrutar de la vida, para luchar por ella, para sentirnos útiles, para hacer felices a quienes de verdad nos aman, para al fin mirar frente a frente a la vida, sin miedos.

Hoy ha amanecido y como dice el juglar: ¡Va a ser un gran día!.