Como rosas...

... rosas rojas sobre el suelo, sangre inocente vertida sobre la inmensa mierda que acoge vuestra total miseria moral, dudo el que seáis personas, solo sois títeres asesinos de quién solo os enseñó a odiar... ¡pobres!, ni tan siquiera podéis mirar a los ojos inocentes de un niño al que intentáis matar cuando esta adormecido...
Recuerdo un hermoso poema de B. Fernández y que decía...

Como sobre una tapia se adormece una rosa
yo quisiera tu grave cabecita en mi hombro,
espontánea, caída, comprensiva, mimosa,
sin un soplo de miedo, ni una brizna de asombro.

Y contemplarte luego a la luz de una estrella
interminablemente de la frente a la boca,
como contempla el agua, inclinada sobre ella,
la frente taciturna y eterna de una roca.

Por si no estoy...

..., quizás te cuenten y realmente hay pocas cosas que contar, la vida simplemente es para vivirla y pronto aprenderás el que toda alegría casi siempre tiene un precio de pesar, tal vez te dirán y seguro que tendrán razones para decirte, para aconsejarte por tu bien pero lo cierto es el que tu vida, tu camino, lo andarás solo... pero si aún es cierto lo que todavía creo, te juro que pisaré tu sombra en silencio, mi mano estará en tu caída..., por si no estoy sabrás que me fui con tu imagen aprendida, con un rosario de besos aún por darte, con miles de paseos por andar entre terribles dragones, tantos como flores en la orilla del camino y en tu mano la invencible espada de suave caña... necesito creer en tantas cosas... soy feliz y tengo tantos miedos solo por ser feliz..., la vida, tan esquiva dama que nos enseña y nos niega, acaso lo sensato sea el vivir feliz hoy, pero es tanto lo que siento, y no me cabe en un hoy, no, no quería saciarme de ti por miedo a mis miedos..., pero si te cuentan, solo por si no estoy, que sepas que te quise hasta dolerme el alma, tanto que te quise hasta el final..., hoy me has sonreído y un te quiero susurrado te dije...

Sesteando...

La vida esta llena de múltiples aromas, olores que nos hacen sentirnos en contacto con todo lo que forma nuestro entorno y reconocerlo sin verlo, hasta el miedo tiene su aroma, huele a frío, a sangre caliente y a presente abandono..., hay aromas que dan vitalidad a nuestras vidas, que decir del olor del buen café que orienta a nuestro torpe despertar, aroma con sabor a cariño, aroma del saber de los demás entre sorbo y sorbo, donde la palabra se torna fácil en amistosa proximidad, donde la jornada comienza con el buen deseo de superación sin el lastre del no saber, sabemos, queremos y deseamos, sabemos que tomar un buen café siempre es el encuentro en la amistad..., pocos cafés se toman en solitario, sería rápido e insulso sin nada que decir ni escuchar, ni compartir..., una amplia gama de aromas nos hacen sentirnos seguros ya que forman parte de nuestro ámbito cotidiano y sin embargo pocas veces intentamos analizar el motivo de que formen parte de nuestra vida instintiva..., tantos de nuestros recuerdos los tenemos asociados a unos determinados aromas... tan profundos, tanto que despiertan unas sensaciones tan queridas y acaso olvidadas..., hace mucho calor...