Reencuentros

Un funeral, lugar de reencuentro familiar donde más allá del pesar por la ausencia provoca presencias tan recordadas y ahora valoradas con el cariño del abrazo deseado, lo único cierto es el definitivo adiós de nuestras vidas, vivimos como si no hubiese un final al que ineludiblemente estamos destinados ..., decía M. Benedetti :
... un recuerdo amorosamente fundado nos limpia los pulmones...,
nos aviva la sangre, nos sacude el otoño...,
nos renueva la piel y a veces convoca lo mejor que tenemos,
el trocito de hazaña que nos toca cumplir.

Quizás este acto final sea el momento donde el difunto sea feliz de ver el cariño reunido en su recuerdo, donde todos recuerdan algún pasaje de su ya vivida vida, antes y después el querido Antonio permanecerá en nuestro recuerdo como parte de nuestra existencia, unos antes y otros más tarde pero todos nos iremos reencontrando en ese deseado lugar del que nadie ha regresado y del que todos soñamos. La vida, un sueño que nos hace caminar...

Fuegos mágicos

Noche de San Juan, donde el fuego de las hogueras acoge entre sus llamas
aquellos deseos en que pedimos...
Bla, bla..., ocasionalmente aparece en los medios de comunicación "el jefe" de este pais escupiendo palabras como si fuesen verdades incuestionables, casi siempre rodeado de acólitos babeando las preguntas que previamente les aportaron a su cometido de bufones generosamente alimentados por el erario público, ¡que pena! es que lo siento por esos individuos, todos encuadrados en los medios afines a quién les paga, (pagar, pagamos los ciudadanos que los sufrimos, sean del color que sean), siento tristeza por una sociedad en la que prima más el ¡allá vamos! que la razonada acción, obviamente se percibe la deriva económica que nadie sabe donde acabará ni que camino seguirá y que día tras día sentimos la presión que provoca inquietud y temor ante un futuro un tanto preocupante.

... pero los que están vivos, los henchidos de acción,
los palpitantes de nostalgia o vino, esos ... felices, bienaventurados,
porque no necesitan las palabras, como el caballo corre,
aunque no sople el viento, y vuela la gaviota, aunque esté seco el mar,
y el hombre llora, y canta, proyecta y edifica, aun sin el fuego.
(José Hierro, fragmento.)
 

Ayer, hoy, ¿mañana?

Somos todo y nada, simplemente somos aquello que vivimos en un ayer y que solo es la memoria que tenemos y el que seremos en un futuro desconocido solo imaginamos nuestros deseos, acaso lo único real sea el "ahora" que tan solo nos hace el vivir lo tangible en el tiempo y el espacio, seguimos soñando y nos siguen engañando con señuelos que en poco o en nada terminarán siendo una realidad. Acaso mi ya larga vida me hace contemplar el futuro como en un ensueño más afecto a la familia, ya espero el día de mañana como un paso en el camino donde poder apreciar lo amado..., en mis amigos los libros, en mi deambular por sus páginas me encuentro con unas lineas de J. Saramago y que decía:  Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos; sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir.
Realmente que soy, solo un cúmulo de recuerdos felices y tristes que viajan tras de mi, eso soy y seguiré añadiendo vivencias que cada día aparecen en mi vida la mayoría de ellas para disfrutar del cercano cariño que animan mis pasos...

Amistad

Es curiosa la cantidad de cosas que dejan de ser importantes, el inevitable paso del tiempo nos va mostrando las pequeñas cosas que realmente dan sentido a nuestras vidas, un ejemplo es el de que no todo es el simple conocer a los vecinos, hay circunstancias en que la vida nos muestra la valía de las personas, coincidencias en el tiempo y lugar que son capaces de generar simple y pura amistad. Unas reuniones basadas en la realización de pequeñas actividades que fomentan una relación de grupo y que ciertamente la mayoría de los participantes son mujeres sin que ello sea una critica aunque sorprende la escasa participación de hombres, cada uno toma su decisión. Mi experiencia ha sido muy grata y seguiré participando en sucesivos eventos que se vayan organizando si mi ya larga edad me permite hacerlo, en ocasiones me sentí el abuelo que afortunadamente la vida prestó tiempo para saborear el amable cariño que se genera cuando la empatía se muestra abiertamente, amistad, hermosa palabra que alumbra el espacio  más allá de personalismos que a nada conducen.