Primavera norteña.

Entre tanto asco se adivina, más que verse, una pequeña flor que trata de abrir sus bellos pétalos ante la esperanza de un nuevo día, un día cargado de ilusión por un mundo mejor y solo por el simple entendimiento de dos grupos de personas que apuestan generosamente por una forma de vida basada en el respeto y la pluralidad, son políticos que creen en otra forma de vivir, son políticos que se atreven a que el fresco aire entre en las oscuras cuevas de la sinrazón... y dan miedo a quienes solo han sabido vivir del miedo ajeno, aquellos a quienes se creyeron dueños de todo y de todos... aquellos a quienes amparados incluso en el vuelo de sotanas que osan hablar de amor y de vida..., necesito creer en un dios tan generoso que les permite incluso el que se hable en su nombre y en defensa de los violentos..., ¡aire fresco!, llenemos nuestros pulmones hasta sentir el alboroto de la sangre en nuestras venas, mirar a los ojos... y ver, ver la verdad a nuestro alrededor, entender de una puñetera vez que debemos comprometernos en alcanzar lo que deseamos a través del mutuo respeto.

Pequeña flor en el frío norte, las cálidas miradas de tantos ciudadanos te ayudarán a crecer... y hazlo, hazlo a lo ancho y a lo largo para que tu aire fresco nos llegue a todos cuantos aún creemos en la dignidad del ser ser humano...

No sé..., siento.

Repaso mis escritos buscando la secuencia de mis sensaciones y vuelvo a descubrir, vuelvo a sentir las mismas emociones, algunas potenciadas pues lo que solo eran deseos la vida los va acercando rápidamente al presente y se que tras su paso no quedará la sensación de algo que se aleja en el tiempo sino que será la plenitud de esta familia lo que perdurará, hay verdadero cariño, hay respeto, hay espacio, hay ganas de llenarlo, hay tanta ilusión..., miramos y acaso tememos, la vida humana siempre temerosa de no tener tiempo, ¡maldito tiempo! siempre pensando en él, aún desconociendo su verdadero significado... y el presente, nuestro eterno acompañante, el único real, donde brotan las semillas del incierto ayer, donde los sueños conocen el alba y el sol alumbra las verdades, sembramos amor a nuestro alrededor hasta dolernos el alma..., tú mi eterna compañera, abriste la invitación y viendo tus ojos supe lo que decía su texto, no la acabaste, secaste tus furtivas lágrimas y supe que eras feliz, muy feliz.

¿Solo reflejos?.

Hace tiempo que le concedo mucha importancia a los simples espejos, nos muestran las imágenes que no somos capaces de visualizar, de nosotros mismos, y ahí estamos frente a la frágil lámina que nos ofrece algo ¿nuestro?... la brillante superficie se habilita por el absoluto negro de su reverso azogado, negro absoluto impregnado de tantas imágenes nuestras y que nosotros desconocemos, a él confiamos nuestro personal ego, le creemos nuestro confidente, frío, aséptico, en ocasiones nos muestra la crudeza de nuestras vidas, acoge nuestras lastimeras tristezas... y en ocasiones nos devuelve un beso a nuestras alegrías, espejos, saben tanto de nosotros que en ocasiones nos cuesta mirarnos a los fríos ojos del azogue, espejos, acaso ventanas a otros nosotros.
Todo animal se sorprende al verse ante un espejo, no se reconoce, incluso lo considera un rival, solo el hombre necesita verse para colocarse la máscara adecuadamente, para ser otro... para vivir en la hipocresía, para reír en su llanto, para seguir en su agitada mueca de inmovilidad ante su propio ser.

Un año.

Ha pasado un año desde el comienzo de estos escritos, escritos realizados más con el corazón que con la razón, en ellos he vertido mi verdad y me he sorprendido de sacar tantos asuntos, tantos que ni sabia de su existencia dentro de mi..., solo una funcional libertad me ha permitido abrir los ojos hasta dolerme la retina y no siempre lo que he visto me produjo alegría, pero lo cierto es que la vida, al menos la que nos ha tocado vivir tiene un contenido agradable y más o menos equilibrada entre penas y alegrías, al final las unas te hacen valorar a las otras, es nuestro particular equipaje y puesto que es único solo cabe pensar que es el mejor.

Repaso mis escritos y mis latidos se acompasan a su contenido..., solo un año, un año que ha sido plenamente sentido y sabiendo que sentimientos movieron mi mano en cada escrito, quizás un año que ha sido la antesala de otro año que se anuncia venturoso, es nuestro deseo, la bella primavera ha llegado y la vida se manifiesta en un estallido de aromas y color... un año más.

Sin prisa.

Cuanto miedo me produce la indefensión de la ancianidad, cuanto rincón deshumanizado acoge a seres que solo son presencias, apenas desdibujados seres que tras entregar toda su vida a otros seres reciben... soledad, la forma más cruel de esperar la liberadora muerte, no hace mucho y de forma casual, vi el amplio documental de la muerte programada de un anciano matrimonio que de forma responsable así lo decidieron... y vi dignidad, vi amor y unas tremendas ganas de acabar juntos como habían vivido toda su vida..., nuestras manos estaban unidas y simplemente nos besamos.
La vida en su pura expresión de vitalidad nos arrastra en sus múltiples engaños, no vemos, solo intuimos los caminos de nuestras vidas y así corremos y corremos hasta que un buen día descubrimos un entorno maravilloso que solo nos ofrece belleza, que siempre estuvo frente a nosotros y que no supimos valorar en modo alguno... solos con la vida, sin engaños, que nuestros pasos no tengan dueño, el ayer y el hoy, sentado bajo la eterna morera solo recojo el más dulce de sus frutos... el pequeño espera tras su sonrisa, no tiene prisa...

Acunandote...

No temas al sueño, abandonate a él como jinete de un brioso corcel que en su galope te acuna entre sus crines sedosas, no temas... recorre en tus sueños los placenteros rincones que solo existen tras tus cansados párpados, sueña despacio... es tan lánguido nadar en la niebla de los sueños... ¡Quién pudiera soñar eternamente!..

Apoya en mi la cabeza,
si tienes sueño,
apoya en mi la cabeza,
aquí, en mi pecho.
Descansa, duermete, sueña,
no tengas miedo del mundo,
que yo te velo.
Levanta hacia mi tus ojos,
tus ojos lentos,
y cierralos poco a poco,
conmigo dentro,
cierralos, aunque no quieras,
muertos de sueño... (fragmento de G. Diego)

Cinco...

Han pasado cinco años como un suspiro de la eternidad, solo cinco años y sois juguetes de un miserable juego que trata de aprovechar cualquier resquicio que beneficie al poder, un hipócrita poder que actúa tras la constante máscara de mutuos gestos compungidos, mutuas acusaciones, mutuos fríos abrazos... y mutuos olvidos hasta la próxima mutua exhibición.
En vuestro camino, inmersos en vuestras vidas, poco esperabais el que un estallido de odio indiscriminado, de miedos a la libertad, de cobardías colectivas, segaran vuestras ilusiones sin atreverse a miraros a los ojos por no saber responder a vuestros porqués..., vuestras vidas quedaron atrapadas en un viaje sin retorno como respuesta ¿a qué?, la ruleta que rige nuestras vidas acaso esté trucada ya que los golpes de protesta son recibidos en la ancha espalda del humilde ciudadano.
Hoy pienso en vosotros y humildemente quiero ofreceros mi sincero respeto, 11-M una fecha más...

Ayer y hoy...

¡Mañana!, siempre mañana, algo que solamente existe como buzón de nuestras esperanzas, de nuestros más vehementes deseos, objetivo de nuestros esfuerzos, ¡mañana!, aplazamiento del final de nuestras desdichas..., las alegrías las vivimos al instante en que vibramos por ellas, las vivimos ahora, si toca, las alegrías son latidos frescos en nuestras mentes, no vivimos en un mañana sino que vivimos en un hoy, ahora..., las soluciones para mañana y resulta que el hoy es el mañana del ayer... y el ayer solo es el recuerdo de unos ya vividos hoy.
La madurez nos proporciona una visión tremendamente objetiva de nuestras propias vidas y de los valores que las conformaron, simplemente gozamos de las condiciones precisas para apreciarlas y solamente necesitamos ver, escuchar y sentir el latir de nuestro entorno... quizás sintiendo seamos capaces de oír el llanto escondido tras la risotada o apreciar la sabiduría de un silencio tras la amable sonrisa... y cuando nuestros brazos abiertos sean llenados de afecto como amado refugio de un niño, quizás entonces sabremos que nuestro vivir de un lejano ayer germinó en un tan hermoso hoy... y mañana...

Amanece.

Respiro hondo, siento la vida dentro de mi a través del fresco aire de la mañana y asoma con timidez el cálido sol, se asoma sobre las lejanas cumbres queriendo sorprender el plácido despertar y frente a él descubro mi larga sombra sobre la llana campiña, sombras, sombras personales como restos de vivencias que ya no existen..., quizás por ello son tan oscuras imágenes sin relieve alguno y que siempre caminan tras nuestros pasos sin querer vivir en la luz, solo descansan en la noche donde nos envuelven en su oscuro manto...
Luce el sol en el despertar diario y la vida se activa..., quieto en mi soledad, solo miro el milagro de la vida, y hay tanta vida a mi alrededor... desde las pequeñas flores que se abren ofreciendo lo más hermoso de su ser, hasta la multitud de pequeños animales que reciben la precisa energía para vivir hasta el próximo día... y abro los brazos al sol y siento ganas de gritar, gritar..., solo el silencio me acompaña... y mi larga sombra frente al cálido sol me anuncia un nuevo día por vivir, el cariño de un nuevo beso en la mejilla, el entrañable aroma del café..., respiro hondo, un nuevo día por vivir.