Podemos...

... si eres capaz de un ¡te quiero!, feliz navidad.., si tus manos ofrecen con una sonrisa, feliz navidad..., si ofreces tu sincera mirada, feliz navidad..., si tu caricia es parte de tu cariño, feliz navidad..., si eres capaz de escuchar, feliz navidad..., si encuentras a quien te necesita, feliz navidad..., si eres capaz de abrazar hallaras el calor de una amistad, feliz navidad..., si te sientes solo, te pido que mires a tu alrededor y hallaras una sonrisa, feliz navidad..., si nada te hace desear una feliz navidad busca en donde nunca miraste y lo hallaras..., siente como un niño, feliz navidad..., hay tanto por amar que solo la ceguera de nuestros egoísmos nos impide una feliz navidad..., ¿acaso nuestro egoísmo nos hace amar solo en navidad?, todo el año, toda la vida puede ser navidad..., mientras, ¡feliz navidad!

Noche de trineo.

¿Hacia donde vas?..., es fácil el caminar por las deslumbrantes luces, te esperan, te agasajan en un eterno gesto de hipócrita egoísmo, te esperan, les ofreces aquello que ya pagaron, te pagaron y tú ríes ufano en tu aparente generosidad, incluso conoces sus nombres impresos en las tarjetas que ya pagaron... ¡pobres!, queremos educar en unos valores solidarios que no practicamos..., me duele tu imagen, me duele tu risa de muñeco roto, me duele el dolor de quienes te ven pasar desde un rincón oscuro, me duelen esos ojos de niño que te ven pasar sabiendo que solo caminas hacia la luz y que nunca te detendrás para ofrecerles una simple caricia, ¡no la pagaron!...,llega la navidad con sus innumerables deseos que solo alcanzan al día después cuando las luces se apagan, tu no volverás y el niño de los grandes ojos ya no creerá en tu bondad, mueve tu oronda figura y arrea tus renos en una huida hacia la luz y no mires a la oscuridad, no sabrías andar, no sabes amar.

Viejas flores.

Solo viejas flores con apenas vida para soportar el peso de sus propios pétalos, testimonios de un afecto caduco en la floral presencia, cadáveres mecidos por el viento en un imposible bamboleo que nos dice del tiempo transcurrido desde su lozana presencia..., flores, personas, ¡que más da!, nuestro corazón sigue latiendo, olvidando el momento en que la vida nos sorprendió una vez más y nos dejó con los puños cerrados, con un sollozo en vez de palabras, con una fría lágrima sobre la mejilla, con un recuerdo deseoso de abrazar, con tanta ausencia como un naufrago en la mar..., ¡que más da!, repondré aquellas viejas flores, solo son nuevas flores, seguiré oyendo tu voz, oleré tu perfume de frescas violetas, seguiré caminando hasta donde el camino se acabe ofreciendo mi mejor sonrisa y pocos sabrán que sonrío junto a ti, que la vida no pudo con nosotros pues no somos viejas flores, nada ha cambiado entre tú y yo..., solo cabe esperar, la primavera traerá nuevas flores.