Volando con el viento.

En viento amigo aprendí a revolotear, llevado de su impulso aprendí donde volar, donde posarme y tras un año de aleteos alocados parece que voy llegando a donde quiero ir, logro importante tras notable esfuerzo. Tú, viento cierzo recio y otras veces brisa, siempre en mis vuelos eres referencia, unas veces aleteo en tu fuerza y otras solo planeo sobre tus batallas que son simples escaramuzas y ¡lo que te gusta joder al prójimo!, ... ¡cálmate!, se te escapan sin pelear y así no es divertido.
Escuché al hombre del tiempo decir que el cierzo amainaba en su soplar por estas lares y has vuelto con más fuerza, creo que incluso más sabio, sabedor de los vericuetos que dañaban tus impulsos primarios.
Camino, salto y picoteo en muchos lugares, siempre encuentro sitios donde ha pasado el cierzo, lugares donde se enrisca y sopla bravo, pero siempre planeo seguro sobre viento amigo.

Señora: Mi sentido respeto.

Sabia de su lucha, de su entereza, pero tras leer en la prensa su amplio y preciso relato de los verdaderos hechos corroborados por un tribunal, es cuando realmente se toma conciencia de la amplia lucha que debemos realizar para alcanzar el respeto de nuestra dignidad, la dignidad de un ser querido víctima de la ineptitud de un "profesional" y del silencio corporativo que tanto daño hace. Cuantos casos habrá en los que se seguirán llorando ausencias sin tener el consuelo del saber que un inepto se cruzó en sus vidas.
Descubres tras la lucha la valoración económica de la vida de tu hermano, padre, hijo,... sigues viendo al inepto tan feliz en su bata blanca con el bolsillo lleno de bolígrafos, emitiendo sus agudos diagnósticos ...... escucho las noticias: todo va ¡de p.. madre!.
Salgo a la calle, al campo, a respirar en el silencio, a dignificar mi mente y pienso en ti, en tu solitaria lucha, en tantos organismos creados en defensa del ciudadano y siento vergüenza, mucha vergüenza ante tanta pasividad bien pagada.
Señora Araceli es su nombre y depositaria de mi sentido respeto.

María

¿Mi tierra?

Mi tierra eres tú

Acuno entre mis brazos a la pequeña María, sus ojos me miran empapándose de mi imagen,sus labios como pétalos de rosas pedorrean sonidos húmedos en un ritmo de complacencia.

¿Mi gente?

mi gente eres tú

Sus pequeñas manitas agitadas al viento se aferran a mis dedos como tomando mi afecto, dándome su personal atención, convirtiéndome en el centro de su universo.

El destierro y la muerte
para mi están adonde
no estés tú

Tres meses de plena atención, de locura familiar, de ilusiones planificadas, de una nueva vida pendiente aún por caminar, de manos que guiarán sus pasos hasta verla marchar ......

¿Y mi vida?
Dime, mi vida
¿que es, si no eres tú?

Duermete María, duermete, yo guardaré tu confiado sueño y acompañaré tu dulce despertar.

Releyendo: 1984

El ser humano por naturaleza es sociable, precisa del grupo para sentirse identificado como individuo, sentirse protegido, acogido con lazos de afecto donde desarrollarse como ser.

La "muerte" de la familia solo tiene la finalidad de someter al individuo frente al poder, eliminar el instinto de refugiarse en sus raíces, sentirse controlado incluso en el plano mental, sin afectos con muchos miedos a lo desconocido que lo es todo.

La sociedad trabajadora, el pueblo, es la única que paga por todo y en la mayoría de los casos por encima de su valor real, enfrente está la élite a la que estúpidamente aupamos y jaleamos, cada vez menos los aceptamos, todo son prebendas lógicamente gratuitas y con sus migajas alimentan a la corte de acólitos-correveydiles que tanto pululan en todo lugar.

Hace tiempo nos encaminaron como rebaño hacia un consumo desmedido y que solo ha tenido el objetivo de crearnos una dependencia económica que manejada arbitrariamente cercena toda posibilidad de rebeldía ya que en mayor o menor medida tenemos el futuro hipotecado.

He releído una vez más el libro titulado: 1984 de G. Orwell, leerlo y pensad en libertad, en vuestra libertad.

Solos

Pobre palabra que impulsada por la fuerza del sentimiento no encuentra su destino, quizás por que se lanzó como grito de soledad solo encontró la nada, sin respuesta.
Paseamos las calles entre riadas de soledad, ajenos a multitud de sentimientos sin compartir, sin un destino definido, solo paseamos nuestra soledad. Lo mismo da elegir un autobús, un ascensor, solo la soledad multitudinaria nos rodea, pobre ser humano nacido para compartir, para hacerse fuerte en el grupo, para reir o para llorar en hombro ajeno, para caer y ser aupado por manos amigas.
Hablar cara a cara, mirar al fondo de los ojos, estrechar unas manos amigas que llenen el vacío de tus manos, escuchar el efecto de tus palabras en boca ajena, abrazar, abrazar, ...¡abrazar!, cuantos brazos no se abren por no saber el que abrazar y acaso sin saber cuantos abrazos huérfanos dejamos en nuestro solitario pasar.
Soledad y rutina, cuantas vidas arruinadas por su causa. Más cerca, mirar más cerca y veréis abrazos que esperan tu soledad, tu ciega soledad.

Otro verano

Dulce pereza estival, alegres veladas, distendidas o simplemente solitarias miradas al oscuro cielo plagado de estrellas.... solo por mirar hacia algo exterior pero con el sentir interior.
Cuando se disfruta de cierta edad que nos proporciona una lógica perspectiva de nuestra vida es cuando los valores de nuestras vivencias se alteran en cantidad y en calidad hasta el punto de considerar el que hemos cambiado mucho y no creo que este sea el motivo, simplemente hemos aprendido a valorar la esencia de la vida, la real importancia de las cuatro cosas que nos rodean y que sin valorarlas, siempre han estado con nosotros.
Felices circunstancias familiares se están produciendo en nuestro entorno más cercano, finales felices de un responsable esfuerzo, esperanza de vida futura, nueva familia, solo alegrías que de momento disfrutamos y que deseamos se desarrollen plenamente, conscientes de que en la vida vamos pasando con un cierto aire de incertidumbre en busca de la felicidad.
Verano, época permisiva de atuendos y actividad, días de encuentro familiar, de sensaciones extrañas causadas por la falta de la rutina diaria, o sensaciones extrañas causadas por el disfrute de la convivencia familiar. Que el encuentro frente a nuestra realidad sea de felicidad.

Solo una copia.

Nada pasado será igual, nada.
Pasamos la vida emulando viejos y manidos clichés que se nos antojan brillantes proyectos tras los que caminar, luchamos, vendemos fidelidades y prostituimos la poca dignidad que como personas podamos conservar en nuestra egoísta lucha.
Hay un viejo relato en el que un caminante se lamenta de su desafortunada vida y al volver la mirada atrás descubre el que otro caminante va recogiendo lo que él había desechado, ello le dio sentido a su vida.
La ilusión es el verdadero motor de nuestras vidas, luchemos por conseguir nuestras honestas ilusiones y que ese esfuerzo nos permita disfrutar de nuestros logros.
Que alcanzar metas sean caminos disfrutados, no se repetirán, habrán pasado y nada será igual, solo al alcanzar el final de nuestro esfuerzo sabremos si hemos hecho camino; si solamente corrimos tras la zanahoria, seguiremos corriendo tras ella, .... hasta la vacía nada.

Unas manos.

Lo primero que me ofreciste fueron tus dos manos como cofre de afectos, manos con una larga y dura vida, el tiempo dejó en ellas la impronta de su cruel y lacerante paso.
Una vida sostenida por tus manos, manos que sostuvieron otras vidas, manos llenas de amor, sin pedir nunca una respuesta a tu generosidad, la vida, azarosa y caprichosa ruleta, casi siempre ingrata con la generosidad, tus manos, frías manos, tanto calor entregado y solo recibes el frío de la ausencia.... ¡ten! toma mis manos y deja que fluya por ellas el calor de mi afecto, afecto sincero, de dentro a fuera, golpeando mis venas queriendo mi sangre bañar tus manos ya calientes, tu sonrisa, tu lejana sonrisa, serena sonrisa compañera de viaje de tu profunda mirada, tan honda mirada ...
Paseo la noche, en el cielo luce una nueva y cálida estrella.

Alegría, solo alegría.

La defensa de la alegría debe de ser rotunda, no contra nadie, solo como meta, como reducto de una forma de vida alternativa y ocasional, defenderla del escándalo y del abuso, de los miserables, de las ausencias definitivas, defendamos la alegría como símbolo y causa de una vida, apartémosla de los ingenuos y de la obligación de estar alegres, de los parásitos de la risa, la risa es el sonido de la alegría, como el riachuelo tras el manantial, con alegres sonidos saltando entre las piedras y reposados silencios en los llanos, defendamos la alegría de la obligación del ser felices, la alegría nace en total libertad.
Defendamos la alegría como un derecho a manifestar nuestros sentimientos, reír en feliz alegría, orgasmo de la alegría, meta alcanzada tras los los sentimientos, no a través de los pensamientos.
Defendamos la alegría de la eterna alegría, olvidemos la eterna tristeza y hallaremos nuestra propia alegría, nuestra amplia y contagiosa alegría.

¡Que bien trabajas!

Estoy harto de escuchar consejos encaminados a mejorar mi vida, ¡no hacen falta!, simplemente no me jodan mi tranquila vida a base de crear problemas, unas veces como fruto de manifiestas ineptitudes, otras justificadas con dudosos intereses, ¡dejenme en paz!, acaso no aprecian el que este gran país ha llegado hasta nuestros días a pesar de que a lo largo de siglos hemos soportado tantos y tantos "consejos", y qué decir de los ya innumerables y eternos gestores que crecen más que la renta, yo como trabajador hago oposiciones todos los días, todos los días que alguien decide dejarme trabajar, soy un simple número, más grande o más pequeño, pero... ¡que más da!
Me hablan de opciones "de gestión", de colores y banderas, de derechos, de todo tipo de derechos, ¡será por derechos!, pero lo que si llega de forma brutal es la exigencia del pago como consecuencia del simple intento de vivir en la maravillosa gestión de ...... ¿nuestros derechos?.

A un amor.

Te veía en tu rocosa atalaya, oteando el horizonte, buscando alimento con el que saciar a la inquieta nidada, te veía mientras mis manos guiaban a torpes e infantiles pasos y cuando poderosa regresabas, acostada en las nubes, con tus alas de libertad desplegadas al viento, todos sabíamos que nos mirabas, que sabias de nuestra admiración por ti y así muchos días transcurrieron, los infantiles y torpes pasos quedaron atrás en el tiempo, seguimos viéndote en el mismo lugar como dueña del espacio, y abajo en el sendero los bulliciosos pasos fueron cesando con el transcurrir de los años.
Otros pasos infantiles invadieron tu intimidad guiados por mis torpes manos, tu nos mirabas desde tu rocosa atalaya batida por el viento que te envolvía en una promesa de libertad, pero no volabas como reina del espacio, no volabas, tu nido estaba vacío.
Mis lentos y torpes pasos me llevaban bajo tu rocosa atalaya, ya no pasaba, ¿para qué?, sentado en la orilla del sendero, solo te miraba, en nuestra soledad te vi llorar.... y lloré.

¡Ganamos!

Sí, ganamos, no solamente fuimos los mejores jugando al fútbol, que con ser importante el logro deportivo, también hubo aspectos sociales que afloraron como la espuma tras el tapón de la festiva botella y que no han pasado desapercibidos, todo lo contrario.
Quizás este país necesitaba un aldabonazo que le hiciese perder el sentido de inferioridad, manifestar sin tapujos sus sentimientos, sin el lastre se lo socialmente correcto o incorrecto, sintiéndolo, manifestando su alegría por un logro del país de TODOS, bajo unos colores, bajo una bandera, sin mensajes desviadores del único objetivo: España ganó y convenció.
No hacia falta ser aficionado al fútbol, solamente sentir y vibrar bajo el lento discurrir del reloj, todo se acabó y el pueblo, ¡el gran pueblo!, tomó la calle con la misma voz y bajo el mismo color.