viernes, 31 de octubre de 2008

Cosas de ayer...

El ayer de nuestra juventud, dormido en nuestras carpetas como cosas para mañana, quizás hoy es ese mañana en el que volvemos a descubrir aquel ayer..., como tú lo sentiste ayer lo escribo hoy compartiendo el mismo sentir.

¡Que tónico el ambiente, que austero el paisaje, que serena la atmósfera sobre el haz de la tostada llanura!. Yo he visto las yuntas labrando la besana y hendir la reja el húmedo terruño, y caer, como una lluvia de oro la simiente, he visto verdear la mies, y encorvarse al batir del viento, y madurar al sol, y caer al filo de las hoces, y yacer agavillada en los surcos, y bambolearse en los carros gemidores, y desbordarse en las eras, y crujir bajo los trillos, y molerse en la aceña y tostarse en el horno, y convertirse en blanquisimas hogazas.
He disfrutado en primavera de la hermosura de los campos y he bebido el olor de madreselvas y rosales, de mejoranas y tomillos. Secó mi garganta el dogal de los calores agostizos y en la callada siesta busqué el retiro del sombrío tamujal, a la vera del rio soñoliento, y al llegar la noche bañe mi frente con las aguas mansas de la luna. Vi pasar en tardes otoñales la bulliciosa pastoría, sentir el balar de los corderos, el ladrar de los mastines, el silbo de los zagales, y en la postrera lumbre del crepúsculo se alzó un cayado como cetro de rey.
Dormí en majadas, sobre las hojas perfumadas de resina, embriagado por el vaho de los apriscos y arrullado el suelo por el manso rumiar. Y en el invierno castigué mi carne con el azote de la nieve y me curtí la piel con el cuchillo de la helada. Que así a tus hijos haces... ¡ recios también y fuertes como los robles !...

martes, 28 de octubre de 2008

Lluvioso dia...

DESCANSO

Con ternura, con paz, con inocencia,
con una blanca tristeza o el cansancio
que viene a ser un perro fiel que acariciamos,
estoy sentado en mi sillón y soy feliz,
y soy feliz
porque no siento la necesidad de pensar algo preciso.

Con una fatiga que no es un desengaño,
con un gozo que no alienta esperanzas,
estoy en mi sillón, y estoy
en algo que quizás sólo es amor.

Sé que floto
y nada me parece sin embargo indiferente,
sé que nada me alegra ni me duele
y que sin embargo todo me enternece;
sé que eso es el amor,
o que quizá solamente es un dulce cansancio;
sé que soy feliz
porque no siento la necesidad de pensar algo preciso.

Gabríel Celaya / España.

viernes, 24 de octubre de 2008

Al alba.

Una mañana muy fría, nublada y con viento racheado, sin duda no será un buen día de plácido otoño. Quizás este otoño te ha perdido sin esperarlo, tu gran actividad no lo auguraba y sin embargo atravesaste el muro del atrayente silencio dejando atrás toda tu dedicación a los demás..., ya caminas sin mirar atrás, caminas hacia tu querido campo de estrellas allí junto a tú apóstol.
Todos sabíamos de ti pero pocos te conocían de tu entrega a los demás, sabias y callabas, te dabas y callabas, en tu estar recogías el agradecimiento sincero de tantos peregrinos y en tantas lenguas como solo comprenden los que dan con humildad, con las manos abiertas hacia el desconocido amigo que en su tortuoso peregrinar camina hacia su verdad, una verdad que quizás sea la suma de tantas pequeñas verdades esparcidas a lo largo del camino...
Hace frio....

miércoles, 22 de octubre de 2008

Duerme cariño...

Hay momentos en la vida en que tenemos la sensación de estar desbordados por los asuntos que se producen en nuestro entorno y que sin embargo terminan afectándonos de una manera más o menos intensa, acaparan nuestra atención de forma total, sin una aceptación previa, tras recibir la noticia, esta se va acomodando en nuestra mente y la vamos acariciando como la perla elaborada por la madreperla, dándole forma..., ¡hermosa perla!.
No por esperada deja de sorprender, siempre atisbando las señales del humo que indiquen si hay fuego y sin embargo llegado el momento te sorprende plenamente, ¿será la edad?, y claro, cuando descubres que blanco y en botella es leche, entonces medio duermes y ves que a tu lado tampoco duermen..., ¿tu crees...?, por qué no, todo ira bien..., falta tanto que lo mejor es dormir..., ¿tienes sueño?...
Yo que siempre creí estar preparado para casi todo, solo sé la letra pero no la música..., aquí estamos sin dormir pero felices, falta mucho todavía, viviremos el día a día y ... ¡seremos abuelos!.

jueves, 16 de octubre de 2008

Vamos juntos.

Apenas clarea el día y la mañana es quieta en su espera del amanecer, ya las prisas afloran en la preparación de la marcha, una sola marcha al año, es nuestra marcha tan esperada por tantos vecinos de esta localidad, amigos de más cerca y de más lejos..., domingo siguiente del Pilar y todos caminamos hacia el mismo lugar: El Pilar; puertas abiertas en hora temprana, privilegio de tantos años, la Virgen del Pilar y ante ella los vecinos de San Juan con su misa baturra, su ofrenda floral, sus ojos en un solo mirar al mismo lugar..., todos nos conocemos y algunos no volverán, otros aprenden en brazos de sus padres, corazones con un mismo latido, nostalgias de tantas ausencias...
Ha pasado una semana y los ecos de la gran fiesta se apagaron, caminamos hacia el Pilar, ya vemos sus torres como brazos abiertos en nuestra espera y la oración se hace jota:
De chico besé el pilar
y la bandera de mozo
y de hombre besé a mi madre...
¡ya no hay besos tan hermosos!

miércoles, 15 de octubre de 2008

Paseo de sueños.

Paseo solo con mis pensamientos, respiro el aire limpio con aromas de naturaleza, hoy huele la alfalfa recién cortada esparciendo el fresco aroma de sus tiernos tallos, palomas, pájaros otoñales, conejillos y a lo lejos unos zorrillos regresan a sus madrigueras..., es el último corte de alfalfa en este año, el último..., el próximo año avanzada la primavera volverás a brotar con todo tu esplendor, con toda tu fuerza, como queriendo ver las felices nuevas..., un nuevo nido lleno de ilusión compartida con vidas vibrando como una sola cuerda, un querer sin pedir, un venir sin querer ir..., paseo solo y mi deseo me lleva a pensar el que quizás también sientas los pequeños pies hollando tu fragancia y se que ofrecerás tus más tiernas hojas a tan tierna vida..., quizás no pasee solo, quizás no sueñe unas ilusiones, quizás tenga cuanto deseo.
El temprano sol calienta mis pasos enseñándome mi sombra y en su mágica amistad he llegado a ver la minúscula sombra infantil acompañando mis pasos..., mis lentos pasos.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Doce de Octubre...

Confluyen los caminos llenos de pasos coincidentes. reverentes, sinceros en su afecto y alegría, ríos humanos con un mismo fin..., ¡ande vas maño!..., tus ojos húmedos intuyen lo que apenas ves, abrazas en tu pecho al hijo que llevas ante el lugar donde sus tiernos brazos abrazarán el pilar..., ¡ande vas maño!..., tu orgullo legítimo se postrará ante el pilar, pilar de tantos afectos, soporte de tantas esperanzas, pilar afortunado que soporta el centro de tantas vidas que miran hacia su breve figura..., ¡ande vas maño!..., tu voz lanzas al cielo como atronadora caricia, olorosas fragancias inundan tu caminar, voz entre un mar de voces, pasos pausados en un ir sin querer llegar, flores y más flores como interminable abrazo floral que depositamos al pie del pilar, manto único a la reina de la hispanidad, la que más altares tiene..., ¡ande vas maño!..., si esto escuchas estas ante el pilar, ante la Virgen del Pilar.

lunes, 6 de octubre de 2008

Poesia otoñal.

Los años.

Van gastando los años el ardoroso impulso.
Algo indeterminado nos diluye
en su invisible tempestad de arena.
La nostalgia comienza a preguntarnos
y ninguna respuesta alcanza su horizonte.

Semejante a una exhausta discusión de familia
nuestra conversación pierde sentido,
se convierte en mirada que no escucha;
tampoco las palabras son palabras,
ni siquiera a ser lágrimas se arriesgan,
una costumbre inerte las ciega y sustituye.

Casi sin advertirlo perdemos los contornos,
la distancia es difusa, la realidad desciende
hasta llegar al sótano de una vida apartada,
y allí quedamos presos en nuestra sola sombra.

Justo Jorge Padrón.- (España, 1943)

domingo, 5 de octubre de 2008

Hoja otoñal.

Sorprendió mis pasos, en gran medida su aparición fue una inesperada incidencia en mi tranquilo pasear, nada hacia prever su aparición..., allí estaba, inerte ante mis pies, todavía viva en su breve tránsito hacia la nada..., ¿nada?, solo un paso más en el ciclo anual, acabó su ciclo y cayó lentamente, en ese hermoso balanceo con el que caen las hojas en otoño, suave, sin apenas ruido la gran hoja cayó ante mi, anuncio del presente otoño, desnudez arbórea en su preparación para el letargo invernal, caduca hoja que ha cumplido su hermoso ciclo vital.
Te he recogido y guardado como tantas pequeñas cosas que quizás solo tengan significado para mí, pequeñas cosas que significaron el despertar de unos recuerdos importantes para mi, son esos susurros personales en que cada uno de nosotros recibimos ese pellizco en el alma que nos hace pararnos..., pararnos, mirar y ver lo que solo nosotros vemos.
Mi hoja, la giro entre mis manos como la giraba él, acaricio sus bordes, su textura, miro mis manos..., solo mis manos..., era su otoño, es mi otoño.

jueves, 2 de octubre de 2008

Nidos vacios.

Lugares que cobijaron tanta vida, tantos sueños, vidas que en su lógico desarrollo se lanzaron a un descubrir por si mismos, vidas encauzadas que como copias de un espejo reproducen el milagro de la vida, eslabones de una interminable cadena de ciclos vitales, peldaños ya pisados que impulsan a otros peldaños, ascenso imparable de la vida como generador de nueva vida, deprisa, deprisa..., tanta prisa, tanta que acaso no podamos apreciar los peldaños, subamos los peldaños de uno en uno, asentando nuestros pasos, acariciando el pasamanos amigo.
Nidos vacíos que solo las ausencias ocupan, ecos ya vividos, pasados olvidados, presentes ya vacíos..., otoño, donde la vida se acurruca en espera del frío invierno, acopio de vida para el último tramo..., nidos vacíos sin nada que guardar, la vida pasó en alborozo primaveral, nidos vacíos donde retumba el eco del silencio, nada, solo restos de un ayer.
Nidos vacíos, vivos de esperanza en un quizás mañana..., volverán las oscuras golondrinas...