miércoles, 26 de agosto de 2009

Sueños lejanos...

... antes hacía, ahora comprendo..., mi agitado descanso actual me conduce hacia recuerdos que solo son parte de una vida que nunca, ni nadie jamás vivirá, solo forman parte de mi pasado y como tantas cosas se produjeron con la rapidez del destino, sin previo aviso, con la sorpresa que solo te deja un aroma, un ligero sabor y una eterna duda..., es mi tiempo de asomarme a mi pasado, es tiempo de comprender el porqué de tantas cosas, tantas que llenaban mi entorno y que solo las usaba... y seguía mi marcha en busca de..., ahora acaricio viejos troncos y tomo frutos de árboles que vieron mis primeros pasos apoyados en rudas manos que me mostraban la realidad de cada día y que yo no veía, personas que acariciaron mis mejillas y que ya no recuerdo sino como viejas imagenes en blanco y negro, formaron parte de mi vida, son parte de mi vida... y no se quienes fueron, no recuerdo sus voces, acaso solo fueron un sueño plasmado en una galería de espejos donde una eterna imagen me deja hablar, indiferente a toda la pasión que pongo en mis palabras..., de repente me dijo:
¿... y tú que harás ahora que estas muerto?.
Al principio no supe comprenderle, tan estúpido aquello, tan falto de sentido, volví la cabeza. En los espejos quise mirar mi rostro, pero era el de mi padre el que veía en ellos.
¿Al fin te has dado cuenta?
¿De qué?, le pregunté.
De que eres un sueño, hijo mio.

sábado, 15 de agosto de 2009

Huellas.

El tiempo de silencio no siempre significa ausencia ni abandono, es en el silencio donde cada razonamiento cae como la piedra en la profunda agua del pozo, donde cada piedra tiene un sonido único..., necesitaba buscar algún indicio que me ayudase a solventar la decisión a tomar en la última encrucijada de mi vida... y solamente hallé viejas huellas que me incitaban a seguirlas por estrechos senderos y oscuras veredas donde solo se percibían conocidos y lejanos sonidos, aceleré mis pasos buscando ilusoriamente la verdad en su origen y lo que sentía como nuevas sensaciones, solo eran vibraciones muy cercanas y conocidas..., al final del camino encontré una sombra quieta, esperando mi regreso, mi propia sombra, para con la lección aprendida continuar caminando por mi particular camino, sabiendo en verdad lo mucho que hemos recorrido y que solo tú y yo podemos continuar a nuestro paso, mirándonos limpiamente a los ojos, sabiendo que nuestros pasos siempre discurrieron por sendas adecuadas.
No tenemos prisa, solo caminamos nuestras vidas disfrutando de nuestro querido entorno..., a lo lejos se oye un llanto infantil y sonreímos sabiendo que pronto esos llantos se tornaran en palabras y sus torpes pasos cogidos a nuestras manos nos acompañaran escuchando viejas historias... viejos pasos... una vez más.