jueves, 26 de abril de 2012

Somos cobardes.

Somos cobardes, con la verdad nos sentimos tan vulnerables que entendemos la mentira como nuestro escudo protector, tenemos miedo de amar y mentimos, tenemos miedo de acariciar y mentimos al rechazar la caricia ajena, tenemos miedo de llorar en el hombro amado y mentimos porque su caricia nos suena a yugo, tenemos miedo de ofrecer nuestra disculpa y mentimos en nuestra eterna mentira..., somos cobardes y tenemos miedo, miedo de nosotros mismos, de que nos vean como realmente somos sin darnos cuenta que que es el primer acto de libertad personal y solo en esa libertad tendremos la capacidad de amar sin mirar en las sombras, amar, amar..., somos cobardes si una caricia nos hace sentir doblez en nuestra actitud...,solo el amor nos hace humanos, solo el amor hace dulce el sacrificio de toda una vida... los cobardes no saben llorar, nunca han amado, nunca han sentido más allá de su egoísmo, no saben lo que es el llorar sin una oración que masticar, sin un dios al que gritar, solo llorar un amor imposible, solo llorar y estoy llorando..., no quiero la compasión de nadie, eso no es amar, solo quiero el respeto a mi vida ya que el amor me sobra y quizás estas lineas solo sean un grito a un dios que no me dice nada, sigo llorando y sigo amando..., por la entreabierta ventana veo el cálido atardecer y siento los dulces trinos de un ruiseñor...

martes, 17 de abril de 2012

Amanecer.

Un minuto después , todo renace.
Las mismas cosas con distinto sol
de nuevo se proclaman, 
exigen un lugar para el presente.
Se desborda la luz por la materia
y el mundo, creación donde la vida
se sustenta, palpita con el aire.
Surge de entre la brisa -me traspasa-
un resplandor creciente, casi definitivo,
que otorga el triunfo al día
para el disfrute de un primer paisaje.
Y todo canta ardido entre los restos.
Y todo asume cierta brevedad
y participa en compañía nuestra
de un gozo persistente y legendario.
Mirad las llamaradas retorcerse en su lecho,
las alondras del fuego se derraman:
estos senderos que la luz despierta,
¿adonde nos conducen?
¿Qué nueva brecha abren
hacia que nuevos horizontes?  (R. Martín) premio Adonais.

miércoles, 11 de abril de 2012

Semana Santa, Altabás.

Es distinta. Es silencio, es ver los rostros en una sola mirada que converge en la desnudez de oropeles de la imagen. Es silencio, ninguna flor que distraiga la intima oración de los allí presentes, labios movidos en personales plegarias, húmedos ojos que afloran lágrimas nacidas en la propia alma, calles estrechas donde retumban ocasionalmente los roncos sonidos de las matracas de madera.
Es distinta, es silencio, es el aroma del tomillo y del incienso que impregna a quienes de alguna manera procesionamos con acompasado y corto paso, silencioso, la íntima oración fluye, volvemos frente a la parroquia de Altabás y en ese último giro afrontamos el paso del puente de piedra donde en la fría noche suenan las roncas matracas, la Lonja, plaza del Pilar, calle de San Gil, solo almas abarrotando el espacio donde ver el paso desnudo, distinto, solo labios musitando una oración... la paz en el alma.

martes, 10 de abril de 2012

Amor, dolor...

El amor, ese profundo sentimiento que trastoca nuestra razón hasta limites rayanos en lo ilógico, ese sentimiento que no tiene valor..., solo se da y sin esperar algo a cambio, es por ello el que nos produzca tanto pesar ante la perdida no deseada, amar es duro, amar es darse plenamente, amar es la antesala al dolor..., nada es eterno, incluso la más bella rosa preñada del más embriagador aroma pierde su aroma, su color y solo perduran las eternas espinas, también forman parte de su ser. Humildemente puedo decir que amé y amaré hasta mi último aliento y solo puedo decir que es lo más importante de mi ya larga vida, las espinas de mi vida me laceraron la piel hasta herirme el alma..., cada mañana sale el sol, cada mañana me siento vivo y sonrío a quienes comparten mi espacio y sobre todo recuerdo a quienes dieron vida a mi vida... ellos me dieron amor, amor eterno y me dejaron... amar es duro, muy duro y sin embargo sigo creyendo que amar es la única verdad que nos toca vivir, miro al cielo invocando a mi dios y solo el silencio acompaña mis pasos.

viernes, 6 de abril de 2012

Habrá un mañana.

No vale la pena sufrir por un adiós, queda la alegría del regreso, para que sufrir la ausencia si queda la alegría del grato recuerdo en ese paréntesis que solo potencia el afecto al ausente, sufrimos en la presencia y también sufrimos en la ausencia..., recuerdo una sabia reflexión en la que comparaban la felicidad con el espacio contenido en una vasija de barro, ese espacio es limitado y solo rompiendo la vasija se puede aspirar a que los fragmentos abracen mayor espacio, quizás eso sea el paso previo a la libertad, a la ausencia de limites a la verdadera felicidad tan diferente para cada ser humano..., implica la superación de las pautas ya vividas y como tales sirvieron como búsqueda del presente, que decir sobre la bella contemplación del arco iris si para ello es preciso soportar la tempestad..., siempre estamos obligados a una superación personal ante cualquier dificultad ya que las situaciones cotidianas se nos ofrecen en el día a día y está claro que con nosotros o sin nosotros la vida continua... quizás el trueno y el relámpago solo sean los heraldos de un hermoso arco iris, la esperanza es la gran fuerza de la vida y siempre habrá un mañana.