martes, 21 de diciembre de 2010

Al oido...

Tu voz... con solo oírte al otro lado del teléfono me haces cerrar los ojos para contener las lágrimas, tu voz suena cual alegre cascabel en festiva jornada, tu voz acaricia en tu querer saber de mi, en tu preguntar, en tu contar, tu voz confiada de la misma forma en que tantas veces compartimos otras tantas alegrías en las que reímos y también tristezas en las que lloramos..., tu voz me abraza, tu voz me desea una buena navidad aún sabiendo que este mes de diciembre nunca será feliz para mi pues se acercó lentamente trayendome la noche y dejandome la ausencia..., tu voz ha provocado estas dolidas lineas que son las últimas que mis manos se han atrevido a teclear... las últimas.
Yo también te quiero y sabes que en mi deseada soledad tendré un recuerdo de todo lo que representas, sonreiré y recordaré tu voz. Adiós.

martes, 7 de diciembre de 2010

Fechas.

Solo números, solo datos grabados de forma indeleble en lo más profundo de nuestro ser, son cifras que solo hablan a quién es capaz de sentir, solo números que nuestro cerebro traduce en rápidas imágenes variando su velocidad en función de nuestra necesidad de sentir aquella imagen que quedó atrapada solamente en un sensible latido y que perdurará en nuestra mente..., uno,tres... siete, solo el tiempo es capaz de diluir, no olvidar, solo aliviar como el suave remanso diluye las ondas del agua tras la caída de la dura piedra, ¿que olvidar?, quizás una mirada de adiós, acaso unas queridas palabras o una simple caricia..., seguiré mis pasos sin ninguna urgencia, mi tiempo es cercano y no importan las pausas, los pájaros vuelan rápido pero se dejan ver y oír, van y vienen en su libertad, no saben de números ni de fechas, solo el nuevo día les anuncia su actividad, seguirán con sus trinos y alegres vuelos.. no saben de números, quizás sean felices.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Será el frío...

Llegó diciembre, cae una ligera lluvia y hace frío... tras la ventana y encerrado en mis brazos cruzados sobre el pecho miro sin ver, ni siento lo que miro, acaso solo escucho el latir de mi vida en un simple ritmo de estar sin saber con certeza para qué y ello me produce una ligera sensación de ausente espera donde el paso del tiempo no importa, los pasos no cuentan ni el destino se plantea..., futuro, antesala del nunca o de la nada, simplemente soy feliz ante la ausencia del dolor, creo en muy pocas cosas tangibles y menos en las espirituales, pero preciso creer en tantas cosas que den sentido a una vida y que justifiquen tanto estúpido compromiso, todo para no sentirme profundamente engañado en un vivir correcto.
Hace frío y el rápido anochecer me sorprende en la cálida estancia frente al cristal, ya no miro el horizonte, solo veo el reflejo de un hombre frente al oscuro cristal, en sus mejillas brillan unas pequeñas lágrimas ... extiendo mi mano, solo el frío de la noche tras la ventana... quizás el tiempo transcurre en medidas extrañas y tras la ventana recibo el tibio amanecer que ilumina el nuevo día, luz que me enseña el joven latido de la vida, el recio cierzo que barre las oscuras nubes, los árboles que desnudan sus ramas en una hermosa y suave lluvia de hojas... un nuevo y frío día, como una vacía promesa, solo la esperanza de un pequeño abrazo, la cálida mirada de unos grandes ojos..., afuera hace frío.