martes, 21 de febrero de 2012

A la noche.

Me entrego a ti,
a tu cuenco de amor,
a tu noche de sílice,
a tu callar amando.

Y no querría definir
los deseos del cuerpo en que habito
con lisonjas baratas
o medianías en un acto pobre.

Ahora debo amarte
con la verdad colgada de mis labios,
con el hondo temblor
del que ya solo sabe
dar todo cuanto es.

Máscaras.

Máscaras, solo liberarnos del miedo al que solo intuimos, máscaras, otra verdad apenas sujeta a nuestra verdad, máscaras como cáscaras de un indefinido huevo que albergan una sombra de ilusión, solo máscaras que nos animan a vivir vidas ajenas a nuestra verdad, ser una máscara de rictus inamovible que alberga nuestra verdad... siempre hacemos de nuestras vidas aquello que nunca somos, aquello que ni siquiera deseamos ser... y somos nuestras propias máscaras sin apenas darnos cuenta de que simplemente tratamos de ocultar lo mejor de nosotros mismos, nos produce vértigo el mostrarnos tal como somos, no desnudamos nuestros sentimientos ante el temor de ser vulnerables... renunciamos a la dulce caricia, al calor de un abrazo, a la evocación de un amor, al simple mirarnos en ojos ajenos, al simple saludo lleno de afecto, a la palabra llena de afecto, al simple querer saber de ti .... máscaras. El sol llena mi rostro en su lento amanecer, me siento feliz ante la promesa de un nuevo día preñado de tanta vida que de forma insultante nos ofrece cada rincón de mi cercano paseo, la mañana es fría, la escarcha enmarca los brotes que tímidamente nos anuncian una próxima primavera, los pequeños pájaros de invierno picotean su menudo alimento, la vida se nos ofrece en su plenitud... sin máscaras.

lunes, 13 de febrero de 2012

Como una ola.

Se oyen tantas y tan variadas opiniones sobre la situación económica que he llegado a la razonable duda de si alguien sabe algo de esta realidad que nos está golpeando. Resulta duro el leer sobre el incremento del consumo del lujo, resulta duro el aceptar medidas que solo decepción causan en el ciudadano indefenso ante las decisiones de quienes desde los distintos poderes hablan de estrecheces a padecer los demás, resulta duro el esperar a unos sindicatos engordados a la sombra del poder, resulta duro el oír mil veces la mentira como solución dilatada en el tiempo, resulta duro el soportar ver a tantas personas que como abejas en un panal revolotean sobre una pretendida necesidad de su presencia..., que riqueza tiene este país para mantener a tanto inepto... solo puedo comprendérlo desde la aceptación de que el ciudadano es un inmenso rebaño, espero que algún día seamos la gran ola que estalle sobre la sucia playa y podamos ver la suave arena, quizás algún día seamos capaces de exigir nuestra dignidad, la nuestra, no la que nos permiten en un engaño más.

sábado, 11 de febrero de 2012

Amor.

He visitado la nada y he sentido el inmenso vacío, he tocado tu nombre y he sentido el frío, el viento sacudía la rosa roja que mi mano sujetaba en una imaginaria despedida, una gota de sangre en mi mano esperando una lágrima, he sentido frío, silencio en el pasar del viento, silencio donde el viento callaba para oír un sollozo..., lloré.
Amor...
Una esperanza, un huerto, un páramo, una migaja entre dos hambres, el amor es campo minado un jubileo de la sangre.
Un todo al borde de la nada, fogata que será ceniza, un pedazo de utopía, que el amor es una alcachofa que va perdiendo sus enigmas hasta que queda una zozobra, una esperanza. Nada.