miércoles, 20 de enero de 2016

Al viento.

Hablo al viento sin esperar respuesta, hablo al viento conociendo sus sentidas palabras llenas de pensamientos ajenos, hablo al viento desde un camino secundario donde nada es extraño a la íntima verdad que suena en libertad, hablo al viento porque ignoro si soy libre de mi razón o solo prisionero de mi yo, hablo al viento que me arranca las palabras aún antes de sonar en mis labios, temo pensar en aquello que deseo y que nunca haré, el viento lleva y el viento trae todo aquello que quizás nunca llegaré a decir, es viento amigo que me envuelve en un susurro y me acaricia como un ligero sueño que me hace sonreír sin abandonar mis suaves pasos en un camino sin rumbo..., solo es miedo a ser escuchado, acaso solo sea..., el viento me trae aromas de hogueras entremezcladas con voces que suenan sin pudor, son voces amigas compartiendo una hermosa tradición en la que el fuego lanza al cielo sus llamaradas llevándose nuestros viejos temores, sabe a recuerdos vividos en el entorno de la querida hoguera, lugar de encuentro con nuevas voces, niños que quizás en un lejano futuro recuerden sus primeros pasos en el cálido entorno de amistad y cariño, quizás mañana surjan poderosas llamaradas en la eterna hoguera que el viento acariciará llevando nuevas historias, hablo al viento sin esperar respuestas y sonrío...

lunes, 11 de enero de 2016

Voz amiga.

Dice un querido amigo, que acaso no sepamos discernir si nuestra vida transcurre entre sumar días o simplemente restar de nuestras expectativas y no me cabe la menor duda de que todo está en función de lo que dejamos atrás como un activo vivo de nuestra vida o simplemente caminamos en la esperanza de hallar resultados a nuestra vida. Sabemos que la vida nunca se produce tal y como soñamos, nos pasamos media vida haciendo los planes más variopintos y nos felicitamos por haber superado nuestros fallos que siempre son más que los aciertos..., y cuando la vida te invita a reflexionar te queda un amargo e intenso sabor por todo aquello que dejamos en la orilla del eterno camino y que ahora ya no es tiempo de volver atrás, ya no, la vida es presente, es sentir el calor de una caricia, es oír el trino de un pájaro, es la voz de un niño, es una mirada amiga, es saber del dolor ajeno, es tener ilusión por algo que no llegará, es..., eres tú que desgranas tus cuitas en la esperanza de ser escuchado, tienes hambre de reír y yo quiero abrazarte, el silencio en un abrazo, silencio que grita tantas cosas, tantos miedos a perder la esperada alegría que dé razón a nuestra existencia. Sí, hemos empezado un nuevo año plagado de promesas por realizar y ello nos hará seguir soñando en nuevo y mejor futuro, al menos es lo único que nos queda o al menos a poco que nos esforcemos hasta seremos felices. 
La vida es hermosa hasta que nos la organizan, ¡vivámosla!.