viernes, 26 de junio de 2009

Creí saber...

Al cesar en la rutina laboral que a lo largo de nuestras vidas nos arrastra en el rebaño, con la sabiduría de hacernos creer que somos nosotros los que marcamos el ritmo, adormidera social que nos halaga y palmotea nuestras cansadas espaldas hasta dejarnos en la orilla del camino..., solo entonces descubrimos tras poco tiempo la verdad de nuestras vidas, eres útil o inútil, una carga para la sociedad a la que hemos dado tantas cosas..., nos hicieron creer... o acaso solo quisimos creer en nuestra verdad..., me confío a estos versos cómplices de mi sentir..., "Acaso una verdad" de Andrés Trapiello.

Han pasado los años y ya nada es igual.
A tu rosal el tiempo le dio un tronco leñoso,
pero sus rosas siempre en cada primavera
vuelven a florecer. Solo tú te haces viejo
de veras, solo tú has oído hace un rato
delante de esa rosa un silencio inhumano
y has sentido miedo, y te has puesto a llorar,
no lágrimas estéticas como aquellas antiguas,
sino un lloro dañino, pues todo cuanto entonces
pensabas que seria como ruina armoniosa,
con su bonita hiedra y su hermoso jardín,
no es más que un trozo informe de mineral silencio,
el dolor de ser piedra suelta por un camino.

... la verdad, la eterna verdad la encontramos a nuestro lado, donde siempre estuvo...

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