viernes, 29 de agosto de 2008

Calor.

Caminaba bajo el intenso sol que de forma rotunda nos ofrecía un día de auténtico verano, pasé de largo, sin ver ni percibir y de forma inconsciente volví tras mis pasos, allí estaba la acogedora puerta entreabierta mostrando su interior envuelto en agradable penumbra, entre como se entra en lugar ajeno, con respetuoso silencio camine hasta sentir la necesidad de tomar asiento, mas por observar que por cansancio...., suaves voces entonaban melodías que apenas alcanzaba a comprender, inundaban de paz el interior del recinto, imágenes de mi infancia fluyeron en mi mente, tan lejanas, tan olvidadas, tan absurdamente olvidadas..., hasta doler su recuerdo.
Volví, siempre que podía volvía, era el reencuentro conmigo mismo, el ayer y el hoy, el conocer y sentir mi propio yo, mis verdades gritadas en mi interior, sin falsos pudores.
Remanso de paz, mi iglesia, tan cercana y tan olvidada....

2 comentarios:

LuisGB dijo...

He visto perfectamente el “video” que confeccionas con tus palabras cuajadas de sentido. He agradecido el frescor del interior de la iglesia en contraste con el calor de la calle y he valorado tus vivencias recordadas. Me siento orgulloso de nuestro apellido común. (Luis)

vuelo corto dijo...

Solo plasmo lo que siento y a mi manera.Para no estropear tu comentario solo decirte: ¡Gracias!