viernes, 31 de marzo de 2017

Sin rumbo...

Llueve, un tiempo tormentoso nos promete una tarde hogareña, todos tenemos un lugar en el que nos encanta sentirnos arropados por su comodidad, tengo en mis manos un libro ya leído en su momento y que siento la necesidad de releer para recordar algunos pasajes que ya van quedando en el olvido, aún no lo he abierto y me hace reflexionar en lo breve de una vida que cabe en un monólogo de cinco horas, la vida nos parece intensa y larga para vivir tan deprisa, sin embargo cabe en cinco horas donde saborear las sensaciones que nos dieron los muchos años que ya quedaron atrás..., tanto esfuerzo para llegar al destino ya fijado de antemano por nuestra vida, truena y la lluvia cae con la fuerza que el viento le da como colosos aliados contra el mundo, truena, llueve, el pequeño pájaro se refugia en mi ventana donde ahueca sus plumas sin saber de su vida..., tan larga vida para tan breve resumen y creemos que somos dioses sin darnos cuenta  de nuestra simple fragilidad que como contrapunto nos ofrece la realidad de nuestra vida, esto sabe a la linea irregular de cada gota de agua que recorre el cristal sin un aparente orden, la vida comienza a estallar en colorido y esplendor, la primavera está aquí y siento ganas de salir para sentir la vida en mi rostro con cada gota de lluvia..., al fin y al cabo como cualquier ser de este planeta.

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