jueves, 6 de abril de 2017

¡Miserables imbéciles!.

No se ve, pero se oye allá al fondo y todo lo que la aparente quietud del agua arrastra cada vez acumula más y más suciedad en una continua aceleración hacia ese sonoro fondo que acepta todo cuanto llega al limite de ser o desaparecer..., no puedo ser optimista ante esta vida que estamos destruyendo a base de insolidaridad, hipocresía, puro egoísmo y total ausencia de respeto por cuanto forma nuestras vidas y todo ello me duele profundamente ante la sensación de que estamos anulando o al menos permitiendo la destrucción de un futuro que debería ser fruto de nuestros esfuerzos en beneficio de nuestros hijos y que acaso solo podamos ofrecerles las miserias de nuestras vidas, demasiadas injusticias se están cometiendo en nuestro nombre y callamos, demasiados inocentes muertos sin saber el por qué y callamos, demasiadas hambrunas mientras destruimos tantos alimentos y seguimos callando..., todavía peor el seguir apoyándoles en su estúpida e inepta gestión y seguimos callando..., cuando sabremos decir ¡no! a quienes solamente viven a costa de nuestros esfuerzos, creo que somos animales estabulados en granjas llamadas naciones donde se nos proporciona lo elemental para ser útiles al enriquecimiento del poder y así desde la ilusión de nuestra juventud donde se nos encamina en unos senderos que nos llevan a recorrer nuestra vida en cuyas decisiones influimos poco o nada. No se ve, pero la arista del ser o no ser nos engulle y acaso tras el vértigo de la caída hacia la espuma del fondo volvamos a creer en aguas limpias discurriendo por el verde valle..., será un sueño, necesito soñar para poder creer en un futuro que ofrecer a nuestros niños...

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