lunes, 23 de marzo de 2009

¿Solo reflejos?.

Hace tiempo que le concedo mucha importancia a los simples espejos, nos muestran las imágenes que no somos capaces de visualizar, de nosotros mismos, y ahí estamos frente a la frágil lámina que nos ofrece algo ¿nuestro?... la brillante superficie se habilita por el absoluto negro de su reverso azogado, negro absoluto impregnado de tantas imágenes nuestras y que nosotros desconocemos, a él confiamos nuestro personal ego, le creemos nuestro confidente, frío, aséptico, en ocasiones nos muestra la crudeza de nuestras vidas, acoge nuestras lastimeras tristezas... y en ocasiones nos devuelve un beso a nuestras alegrías, espejos, saben tanto de nosotros que en ocasiones nos cuesta mirarnos a los fríos ojos del azogue, espejos, acaso ventanas a otros nosotros.
Todo animal se sorprende al verse ante un espejo, no se reconoce, incluso lo considera un rival, solo el hombre necesita verse para colocarse la máscara adecuadamente, para ser otro... para vivir en la hipocresía, para reír en su llanto, para seguir en su agitada mueca de inmovilidad ante su propio ser.

No hay comentarios: