... así de natural es el crecimiento de nuestra familia, lentamente pero de una forma imparable las aguas en su amoroso discurrir van rellenando todas las cavidades y superficies, fluyen en total libertad con encuentros y pequeños remansos que diversifican el cauce y dan una mayor capacidad para nuevas vidas, nuevos trazados, nuevos entornos que consiguen una mayor riqueza en su cauce y en sus riberas.
Cauce abierto a tantos riachuelos que se aproximan y que son acogidos sin saber su origen, que aportan sabores de otras laderas, colores de otras praderas, olores de otras florestas, todo enriquece al torrente haciéndole llegar más allá, dándole más fuerza, más sonido en las rocas de su recorrido, más vida entre sus aguas, avalando el futuro discurrir del cauce ante la certeza de futuros riachuelos secos que dieron su agua y que siempre existirán en la fuerza del torrente.
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