jueves, 20 de febrero de 2014

Ser niños.

¡ Engañame en tus juegos!, tan fácil como mirarme con tus grandes ojos cargados de infantil cariño, ¡engañame! así tendré la ocasión de oír tus palabras, de adivinar tus razones apenas ocultas en la catarata de tu loca conversación, dime cuanto quieras, el tiempo pasa de puntillas sin atreverse a decir la hora, llévame de tu mano en busca del alimento para las vecinas gallinas, su brusca voracidad acelera tu corazón y te refugias en mi, sabes mi pequeño que no pasarán y acabarás acariciándolas  mientras pican mi mano, tus pequeños paseos plagados de pequeñas aventuras que quizás contarás a quién quiera escuchar... ¡engañamé ! , me hace feliz tu alegría tras el temor de la realidad vivida, cuéntame tu vivencia ya que probablemente las gallinas sean dragones que se acercaron a conocerte, a quererte, dibujaremos lo que quieras, recortaremos lo que con tijera en mano haya que recortar...¡quedará mas chulo así!, verte feliz me hace sentir la vida en su plenitud... te veo caminar, sé que siempre tendrás unas manos que darán apoyo a tus pasos y cariño en sus abrazos, ¡engañame!, oiré tu risa, veré tus ojos... 

1 comentario:

AIRE dijo...

Ojalá ser niños y ver la vida como un juego. Cuando te cuidaban, querían y te hacían creer que eras lo mejor del mundo. Y si, eras lo mejor para ellos.
La Paz de un niño dormido, su olor, los ojos tan abiertos, que te abstraen de todo. Y ese niño, concretamente, con esa agudeza, intuición y verbo especiales consiguen ahuyentar cualquier atisbo de tristeza. Es imposible decir que no a sus "misiones".