Siento una sincera y sana envidia por su saber estar y hacer en defensa de la ciudadana que fue condenada a ser lapidada, le han dedicado un pretendido insulto que solo es el rebuzno del asno ante la falta de argumentos, todo por dar la cara ante tanto silencio hipócrita de tanto país mirando a otro lado y por aquí..., como siempre, silencio del adalid del progresismo y de la alianza de civilizaciones, el no sabe y no contesta de la ministra de igual-da, el de exteriores paseando ufano el turbante... pero que mas da si en este país ni la oposición tiene nada que decir, por ello siento respeto por la actitud de la primera dama francesa que ha sabido decir no ante lo que considera un salvajismo..., ¿ donde están los del club de la ceja?, ¿donde están los estómagos agradecidos y subvencionados? ante tantas injusticias, aquí sobran tantos silencios cobardes e interesados que siento pena por este mi querido y hermoso país, mi querida España ¿cuál fue tu culpa para padecer tanta mediocridad?, mi querida España...
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