lunes, 6 de septiembre de 2010

Quizás se note.

Mi bella Easo, necesitaba el verte, sentir el vital latido humano que te adorna, sentirme en casa, sentirme como se siente al llegar a lugar querido, al pasar por Amara sentí sin verte el aroma de hermosa ciudad a orillas del Cantábrico, verte, pasear tu arena y sentir tu amable acogida donde nadie se siente forastero... para mí eres algo más que un lugar, eres mi primer sentir del batir de las olas de tu mar y volví a sentir al niño que te descubrió y que le ganaste el corazón, allí junto al mar por un momento creí ser cinco generaciones con los que pisé tu arena..., necesitaba recordar tantas cosas que quedaron prendidas a tu imagen que cada recorrido sabia a caminos ya andados y por ello no menos queridos..., también tuve tiempo de apoyado en tu rocosa balaustrada frente al rompeolas respirar tu olor a mar y te di algo tan sincero como unas simples y cálidas lágrimas que recogieron la espuma de tu mar, podía decir tantas cosas de ti... te quiero tanto...

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