Al pasar.

Viento cierzo, has mostrado tu fortaleza cual despiadado titán, has irrumpido como un coloso deseoso de modificar el aspecto natural de una primaveral belleza y el propio cielo mostraba su pesar en un continuo alterar su lienzo de nubes, bellos rosales sometidos a tu fuerza y que mostraban sus ajados capullos como muñones florales, frutos en flor que arrancaste dejando huérfanos a tantos árboles, tu fuerza hiere como la caricia de un titán incapaz de controlar sus movimientos..., pero escucho, resuenas entre los chopos como el eco lastimero de una loca búsqueda, corre allí, entre las cañas, susurra tus penas en un vano afán con tal vehemencia en el silencio de la noche, insistente en los cristales tocas, llorando y llamando como perdido, sin nadie en tu libre soledad, no mires atrás y sigue en pos de una promesa que acaso está sonando en las hojas nacientes que en su existencia, como la tuya, solo sois música de una breve sinfonía, de un breve fulgor de la vida, solo pasas y estás solo frente al tiempo con tu vida aún por vivir, corre viento cierzo en busca de la ancha mar, y cuéntale...