martes, 13 de enero de 2009

Viejo árbol...

Te toco y estás frío, casi sin vida y desnudo, podaré tus ramas muertas para que tu fuerza sea mayor cuando la primavera acelere tu vida, cuando revientes de vida a través de tus hojas, de tus flores como anuncio de hermosos frutos..., respetaré tu alta copa donde los viejos nidos hoy vacíos, estallarán bulliciosos de nuevas vidas, pero hoy duermes bajo el manto blanco que adorna tu soledad, viejo árbol, tu poderoso tronco tatuado de infantiles claves amorosas, cobijo de tantas ilusiones bajo tu sombra, ramaje batido por el viento enredado en tus ya múltiples brazos, probando tu fortaleza cada año reforzada por nuevas ramas.
Toda una vida junto a la casa familiar, tus raíces abrazan sus cimientos en una complicidad de vida y feliz te veo agachar tus ramas en ademán protector ante las nuevas vidas que darán vida a tu entorno..., paso mi mano sobre tu rugoso tronco y siento tantas manos...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta su profundo arraigo de las cosas familiares, las vive, las ama y por supuesto las fomenta.
En realidad es lo que todos vamos buscando y que muchas veces lo ignoramos.
Es un placer el leer sus retazos.

vuelo corto dijo...

Tambien a mi me encantaria el poder
leer y compartir con usted, estoy
agradecido por su interés.
Un cordial saludo.