miércoles, 23 de abril de 2008

A orillas del Ebro

Cada vez es mayor el sentimiento de impotencia que tengo respecto de nuestros políticos y da igual el nivel, todos a lo mismo, a por las prebendas, eso sí siempre en nombre del ciudadano, sacrosanto motivo para luchar por el poder. Donde hoy se dice blanco mañana se dice negro todo por el pueblo, sin pudor alguno, se actúa más por interés que por necesidad social.
Fui uno de los 400.000.- de la plaza del Pilar y estuve sin buscar el angular de las cámaras, convencido de lo que hacia y decía, arropando a unos representantes del pueblo, se propició un cambio en el poder y me pregunto: ¿Cuando nos veremos en la plaza del Pilar para exigir el cumplimiento de lo que propiciamos en su día?.
Dice una copla que el Ebro guarda silencio al pasar por el Pilar....sin duda por veneración al Pilar, y añado que probablemente también lo hace para ocultar su sonrojo.
He escuchado varias tertulias de "sabedores de temas" y en todas y todos se preguntaban sobre el silencio de Aragón, al leer el periódico he respirado tranquilo, se ha encargado un estudio sobre el trasvase ó lo que sea, ¡que más da! señor, señor y yo con estos pelos.

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