viernes, 15 de septiembre de 2017

Nietos, cumpleaños, cariño...

¡Pues es lo que hay!, el pequeño cumple su primer año entre nosotros y nos va llenando de alegría participativa con su creciente actividad, en verdad no hace falta más y como decían antiguamente que en toda casa tenía que haber un anciano y un niño, por aquí tres niños para disfrutar de esas edades que me hacen recordar la etapa de padre, siento que la vida pasa velozmente casi sin tiempo de asimilar el cercano ayer puesto que los ves crecer con sus incidencias que te duelen como cosa propia, ¡son tan pequeños!, querría protegerlos en un solo abrazo y no dejo de percibir que son ellos los que alegran mi vida más allá de su sola presencia, realmente son el ancla de mi vida ya que dan contenido afectivo que solo se entiende cuando se es abuelo..., sueños, deseos, tantos sentimientos a su alrededor que no sabría priorizarlos, solo sentir y esperar su presencia para arruinar la disciplina de sus padres al fin y al cabo es una de las misiones de los abuelos ya que no imagino una regañina por cualquier minucia, son adorables niños en los que atisbas gestos y maneras que resultan muy conocidas, son nuestros nietos y solo nos queda limpiarnos la "baba" , verlos crecer y soñar que después del mañana tengan un pequeño recuerdo de nosotros, mientras llega ese momento pediremos al cielo que nos permita ayudarles a ser personas, seguirán cumpliendo años y sabremos que ha valido la pena esperar su llegada, sueños realizados, cariño en un balbuceo...

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