martes, 10 de mayo de 2016

¡Hola mamá!

Que decir a una madre si en un solo abrazo conoce la verdad sobre su hijo, que decir a una madre  que siente crecer a su hijo tan dentro de si, que decir a una madre cuando el niño se refugia en sus brazos para ahuyentar sus temores, que decir, sobran las palabras donde solo hay amor, sentimientos profundos hacia quién nació de su carne y quizás ni siquiera espera ser recompensada más allá de su total entrega, madre, es tan hermosa palabra en cualquier ser humano, decirla desde dentro, allá donde surgen las verdades que nos hacen sentir cada sílaba pronunciada como parte de nosotros, auténticas, sinceras hasta sentir el dolor según las circunstancias..., hay tantos sentimientos huérfanos que afloran sin deseo aparente y sin embargo son los que provocan esa lágrima inesperada que llama a nuestra memoria, seguimos viviendo, disfrutamos de nuestro entorno afectivo porque cada día nos ofrece nuevas alegrías por las que esperar un nuevo amanecer, esperar, esperanzas que provocan sonrisa íntimas y deseos que nunca volverán pero de los que siempre queda la ilusión de compartir dentro, muy dentro..., acaso la simple voluntad de permitir fluir mis sentimientos sean la mejor medicina frente a tantos y tantos recuerdos que forman mi vida y que me resisto a dejar en el olvido, soy lo que soy y ellos son las fuertes columnas que sustentan mi vida, ni estética espiritual ni leches, no preciso de gurus estúpidos tan vacíos que ni saben el que son..., se amar y tengo a quién amar, abro los brazos y siento la verdad del cariño, miro a las madres de la familia y realmente creo en el milagro de la vida, pienso en las madres que ya se fueron, en su sonrisa llena de satisfacción y me siento feliz. 

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