viernes, 6 de abril de 2012

Habrá un mañana.

No vale la pena sufrir por un adiós, queda la alegría del regreso, para que sufrir la ausencia si queda la alegría del grato recuerdo en ese paréntesis que solo potencia el afecto al ausente, sufrimos en la presencia y también sufrimos en la ausencia..., recuerdo una sabia reflexión en la que comparaban la felicidad con el espacio contenido en una vasija de barro, ese espacio es limitado y solo rompiendo la vasija se puede aspirar a que los fragmentos abracen mayor espacio, quizás eso sea el paso previo a la libertad, a la ausencia de limites a la verdadera felicidad tan diferente para cada ser humano..., implica la superación de las pautas ya vividas y como tales sirvieron como búsqueda del presente, que decir sobre la bella contemplación del arco iris si para ello es preciso soportar la tempestad..., siempre estamos obligados a una superación personal ante cualquier dificultad ya que las situaciones cotidianas se nos ofrecen en el día a día y está claro que con nosotros o sin nosotros la vida continua... quizás el trueno y el relámpago solo sean los heraldos de un hermoso arco iris, la esperanza es la gran fuerza de la vida y siempre habrá un mañana.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Seguro que habrá un mañana", este dónde este, y a pesar de que hoy preferiría morir, siempre tendré un mañana atado al tuyo, lo que nos une no se puede romper, lo que vivimos juntos no se puede olvidar, sigo queriendo que seas tú quien enseñe tantas y tantas cosas a mi hijo...
La vida no es justa, me ha tocado aprenderlo a base de dolor, creo no haber echo nada malo para sufrir el daño que me han causado, pero saber que tengo tu amor y tu comprensión mitiga los daños, gracias por todo lo que estés en disposición de darme, se que es difícil, por eso aun te lo agradezco más.

vuelo corto dijo...

Siempre hay un mañana ya que todos hemos querido morir en algún momento de nuestras vidas y sin embargo aun seguimos viviendo, caminando, penando por lo que suponemos una dura prueba y siempre habrá una dulce manita que tirará de ti y secará tus lágrimas.
La vida es un sueño, la pesadilla la creamos nosotros... siempre habrá un mañana, siempre...