martes, 28 de junio de 2011

Elegía.

Existen muchos momentos en la vida del ser humano en que no sabemos si gritar o callar pero siempre es un sentimiento profundo que nos desborda, y no deseo ahogarlo, es mi yo profundo acaso el más sincero..., y tengo ganas de gritar, he recorrido tu nombre grabado en la piedra en la buscada soledad, he escuchado el rumor de la suave brisa y el canto del sencillo pájaro, he sentido dolor en las palmas de las manos y he sentido la seca boca sin una sencilla oración que masticar... y he llorado hasta sentir tu mano en mi cara, ¡dulce ilusión!, solo un lugar vacío para ti y para mi, solo un lugar lleno de ti y de mi, he recorrido lugares que me hablan de ti como un recuerdo permanente, he buscado y no te he encontrado acaso solo queda esperar, esperar, esperar..., vivo esta vida amando lo que dejaste, vivo esta vida dando la escasa importancia a tantas cosas, y ello me da la libertad de ver y sentir la plenitud de una vida en la que ya camino ligero de equipaje, queriendo y esperando...

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