Dos años...

El tiempo pasa tan rápido... creo que su rapidez es proporcional a la intensidad con que vivimos cada día, poco tiempo para vivir cada circunstancia, acaso en su rapidez solo seamos capaces de intuirlo y es por ello el que precisamos esos oasis de profunda reflexión para valorar lo vivido..., vivido, sentido, y por supuesto todo ello ha dejado un denso poso en lo profundo de nuestro ser, nos ha marcado día a día condicionando nuestra vida como si de un guión se tratase, somos lo que el ayer nos forjó junto con nuestro querer ser en un mañana..., dos simples años, una pequeña parte de una ya dilatada vida, las alegrías y las penas han llenado ese espacio con una intensidad no siempre deseada..., la vida, algo que creemos conocer y sin embargo nos es tan desconocido..., solo el ver y oír a quienes se quiere actúa como un bálsamo de realidad bienhechora y ello supone el que cada día sea un peldaño de esperanza de un nuevo día en el que sentir, vivir.

Dos años tiran de mi mano en busca de una aventura que vivir y en sus grandes ojos brilla la seguridad de un final feliz..., parece que fue ayer.