sábado, 24 de julio de 2010

Eterno juego.

Resulta apasionante el eterno juego de la vida a través de las vivencias entrelazadas de los seres humanos, vidas llenas de actitudes, reacciones que unas veces son provocadas y otras se generan en una espiral de circunstancias de final desconocido movido todo ello por el eterno motor llamado ego y en ese juego también hay que dejarse llevar para probar el pequeño vértigo que produce la caída voluntaria, lame tus heridas en público y tendrás un amplio abanico de reacciones de las que tomar buena nota, ya tienes tus cartas, el juego en tiempo y forma solo depende de ti... solo es juego si no hieres a nadie, solo conoce los canales que frecuentan los ávidos conocedores de los asuntos ajenos y son felices contando "primicias", son personas que te son queridas ¡todo es un juego! y la verdad es que en esas reacciones podemos conocer algo más incluso de nosotros mismos, conocemos, sabemos y aceptamos con plenitud en su imperfección a quién llega a nosotros, un calco de lo que en realidad deseamos para nosotros al fin y al cabo la vida es un juego de luz y sombra, de ignorar y de querer saber, de frío y de calor, de vida y ausencia final, todo ello forma parte de este juego en el que si alguien cree estar por encima de ello es que todavía no ha descubierto la levedad del papel que cada uno de nosotros interpreta en el juego de la vida... ¡solo es un juego!.

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