Llueve, las gotas de lluvia estallan sobre el cristal produciendo finos regueros de agua que de forma anárquica descienden en busca de su viaje final, llueve y tras los cristales suena a melodía monótona que relaja la mente, llueve y en ese mirar al vacío espacio húmedo dejo vagar mi mente en busca de horizontes lejanos donde extraños riachuelos dieron su agua a la lluvia, llueve como lágrimas serenas que descienden sin preguntar la causa, solo llueve sin preguntar contra el cristal, acaso en la lluvia existan deseos que no llegamos a escuchar, que sean palabras que nos gritan un amor y no sepamos sentir, llueve y tras tan largo viaje bañas mi cristal, abro la ventana y tu húmeda caricia recorre mi cara en un lento deslizarse donde acaso vayan mis lágrimas unidas a tu caricia, llueve y la pequeña flor abre sus pétalos para acoger el regalo de la vida, quizás las mismas gotas que formaron parte de la nube en lejanos lugares sean lágrimas que tras besar la flor de la eterna ausencia se evaporaron llenas de un sentimiento de ausencia... llueve y la golondrina en su rápido vuelo revolotea ante mi...llueve...
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