Silencios.

La primavera nos golpea con toda su vitalidad y lo notamos en tantas facetas de nuestra vida que en ocasiones siento que nos desborda, y siento que toda esa fuerza produce una gran necesidad de perezoso silencio, silencio para poder escuchar dentro de mí, poder ver dentro de mí, sentir intensamente lo que la vida nos grita, nuestros gritos solo son miedos que nos da miedo sentir..., pero están los silencios cargados de sentimientos, silencios que nos ayudan a escuchar... y vemos, vemos tan claro como mirar atrás en nuestras vidas para ver los vacíos juguetes que creímos importantes, quedaron atrás, rotos e inservibles, como jalones de unos retazos de nuestras vidas, estúpidos peajes de vacías promesas..., y sentimos, pero callamos dejando que cada uno ande su camino y que cada uno abandone sus juguetes a orillas de su camino... caminar, caminar buscando no sabemos el qué, caminar mirando no sabemos el qué, caminar sin escuchar... caminar sin mirar junto a nosotros, sin oír, sin sentir que todo cuanto estamos buscando, siempre estuvo junto a nosotros..., en nuestro silencio...