lunes, 23 de febrero de 2009

Ataduras..

Siempre he sentido pena por los pequeños y viejos barcos atados en arrinconados lugares de solitarios puertos, algún día fueron la ilusión de quienes subieron a su humilde cubierta y aferrados a su timón surcaron aguas, acaso más confiados en su quilla que en su pericia marinera..., pequeño barco mecido por las sucias aguas del oscuro rincón del puerto, nadie cuida de ti y en tus continuos saltos sobre el pequeño oleaje atisbas el mar abierto donde tu ya olvidada juventud se recreaba en las amigas olas en un juego de libertad... y sueñas...y en tus sueños liberas las ataduras a la inmóvil tierra y sientes en tu proa las limpias aguas de tu libertad, tu anciana quilla cruje bajo los embates del fuerte mar... pero tu eres feliz... sabes de tu final y miras con arrogancia al eterno arrecife que en su eterna inmovilidad te recibe con su abrazo liberador..., tu fragmentada madera se convierte en mil navíos libres de ataduras... pasearás el ancho mar y quizás alguno de tus pedazos lleguen a suaves arenales donde unas infantiles manos te acojan como su mejor barco en sus imaginarios juegos... y te sentirás feliz.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No puedes negar que la constante de tu vida es la libertad y sé que eres libre, muy libre.
Estoy releyendo "tu vida", estoy conociéndote mejor.
Un sincero y anónimo abrazo.