viernes, 24 de octubre de 2008

Al alba.

Una mañana muy fría, nublada y con viento racheado, sin duda no será un buen día de plácido otoño. Quizás este otoño te ha perdido sin esperarlo, tu gran actividad no lo auguraba y sin embargo atravesaste el muro del atrayente silencio dejando atrás toda tu dedicación a los demás..., ya caminas sin mirar atrás, caminas hacia tu querido campo de estrellas allí junto a tú apóstol.
Todos sabíamos de ti pero pocos te conocían de tu entrega a los demás, sabias y callabas, te dabas y callabas, en tu estar recogías el agradecimiento sincero de tantos peregrinos y en tantas lenguas como solo comprenden los que dan con humildad, con las manos abiertas hacia el desconocido amigo que en su tortuoso peregrinar camina hacia su verdad, una verdad que quizás sea la suma de tantas pequeñas verdades esparcidas a lo largo del camino...
Hace frio....

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