sábado, 19 de junio de 2021

Familia, nietos

 Ya terminó el curso escolar y como abuelo tengo una agradable sensación de que mis pequeños han superado con creces sus respectivos cursos, verlos crecer en todos sus  aspectos personales me hace feliz y aún cuando siempre creeré que son mis niños a los que proteger, siempre sabré que realmente son el aliciente de mi ancianidad, no imagino mi vida sin su presencia, de su cariño, habría muchos vacíos y silencios, recuerdo unos versos:

-Quédate en mi memoria y en mis recuerdos,
quédate allí, donde nadie te toque,
donde cada vez que te busque pueda encontrarte ... 
 
Recuerdos, vivencias que van quedando atrás conformando unas vidas que de manera inexorable van creciendo, vidas en la aspiro a permanecer en un pequeño rincón de su amor,  
la vida ya larga, me ha mostrado tantos caminos como ilusiones truncadas y aún sabiendo de la alegría de reunir tres generaciones en esta algarabía familiar, hay momentos que duele el saber de un final inevitable. Disfruto todo lo posible de la verdad contenida en la familia, todos tan distintos y tan unidos en un caminar la vida sin perder el mismo horizonte.

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