lunes, 30 de noviembre de 2020

Miradas, solo miradas...

 Hemos perdido tantas cosas que formaban parte de nuestras costumbres sociales y que hemos asumido con la esperanza de erradicar este virus, atrás quedan tantas cosas y gestos que nos hacían expresar nuestra vida a través de abrazos, besos, caricias, disfrutar de la compañía en mayor o menor placer, hoy somos seres temerosos de nuestra salud incapaces de ofrecer un sentido brazo, un beso lleno de afecto. Solamente vemos ojos, simples miradas mostrando infinitas expresiones, sobre la mascarilla sanitaria destacan con una fuerza y belleza que expresan como nunca lo que acaso los anónimos labios no pronuncian, llevado de mi innata y analítica curiosidad descubro miradas que son hermosas, ojos que saben sonreír, acariciar, regañar..., siempre lo hicieron, solo que no estaban aislados faltos de una expresividad complementaria como ahora y es cuando destacan como una magnífica referencia..., hay ojos que han ganado en hermosura, ojos tan femeninos, tan elocuentes que sobran las palabras, ojos que por si solos identifican a la persona, pondría nombre a tantos ojos..., quizás sea lo único agradable de todo este maldito embrollo sanitario, prefiero pensar en miradas con las que soñar y que me aportan una afectiva sonrisa.

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