¡Hagamos primavera!.

Precioso día que invita a pasear sin rumbo alguno, solo perderse por el camino y saborear la nueva vida de esta primavera, calienta el sol y la mente bulle en deseos de vivir esta nueva esperanza sin querer saber el límite ¡que más dá!, no puedo ni quiero vivir inmerso en el posible sabor del mañana ni en el largo recuerdo que sustenta mi vida, sonrisas que ofrecer y recibir es mi ligero equipaje junto con la amistad de quienes me muestran su cariño, solo deseo el ser capaz de dar mi mano a quién precise de mi..., aprendi a mirar y apreciar lo que realmente importa en esta vida, dejé a un lado a quienes creían ser el centro de la vida creada en su torturada mente y que solo insolidaridad y cierto grado de estupidez generaban ¡pobres!, primavera preñada de esperanza ofrecida en mil formas llenando de vida la naturaleza, nuevas flores, nuevos trinos, nueva vida, renacemos en una nueva vitalidad limitada en nuestra edad, de este modo, uno se siente capaz de vivir  personalmente experiencias, simplemente porque que quiere y no porque debe. Es un día lleno de vacios y que la vida nos ofrece poderlos llenar.