jueves, 3 de agosto de 2017

Violetas.

Violetas, flor y aroma que me enseñaron a sentir tan dentro de mi que difícilmente podré olvidar, aún conservo un pequeño frasco..., en el sopor de la tarde unas breves páginas me ofrecen un pequeño poema sobre las violetas...

Leves mojadas, melodiosas,
su oscura luz morada insinuándose 
tal perla vegetal tras verdes valvas,
son un grito de marzo, un sortilegio 
de alas nacientes por el aire tibio.

Frágiles, fieles, sonríen quedamente
con mucha incitación, como sonrisa
que brota desde un fresco labio humano.
Más su forma graciosa nunca engaña;
nada prometen que después traicionen.

Al marchar victoriosas a la muerte,
sostienen un momento, ellas tan frágiles,
el tiempo entre sus pétalos. Así su instante alcanza,
norma para lo efímero que es bello,
a ser vivo embeleso en la memoria.   (Luis Cernuda)

Pequeñas cosas de tan profundos recuerdos donde la vida se remansa en un vano intento de saber para qué, acaso solo sea la certeza de no querer olvidar lo ya vivido...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dice la añorada canción: "si tu me dices ven lo dejo todo", éramos felices y jóvenes.