sábado, 4 de junio de 2016

Tarde tormentosa.

Quizás sean los truenos lejanos que la plácida pereza se afana en escuchar no sé si con ánimo de mortificar mi cómoda posición o simplemente una parte de mi se ha sublevado contra el orden establecido por el resto que soy yo y como estoy solo protesto por que soy el que decide..., aquí empieza la juerga íntima entre el quién soy y el que creo ser frente a los demás, qué deseo y qué es lo que realmente espero de la vida, mirando hacia el pasado, veo un cúmulo de circunstancias favorables o contrarias que al fin es lo que conforma mi vida, y no me gusta llegar a esta conclusión por lo conformista de la situación, no tengo sed pero en un acto de autoridad me bebo dos vasos de agua y en cuanto la tormenta nos ofrezca un chaparrón saldré a pasear sin ganas de mojarme, que se note quién decide.
He dormido al menos una hora y tengo la boca seca, la tormenta ya pasó y luce un arco iris hermoso, me duele el culo de tanto rato sentado y al levantarme, un suave calambre me avisa de que soy un "fofisano" con reservas, tanto que caminando por la acera, un atrevido caracol me ha adelantado y he percibido su ligera sonrisa..., he considerado oportuno el regresar rápidamente a casa y mientras me preparo "algo" que comer y beber pienso que acaso no debo pensar tanto en lo que no alimenta, del bicho caracolero sé donde vive y me he quedado con su cara, ¡se va a enterar!.

No hay comentarios: