domingo, 30 de marzo de 2014

Tiempo inestable.

Viejas maderas, tan solo viejas maderas que nadie recordaba, viejas maderas que al sentirlas de nuevo nos hacen descubrir su textura, su fibra, la pátina del tiempo pone brillo y contrastes allá donde solo había esplendor, viejos recuerdos de vivencias que fueron alegremente compartidas hace ya tantos años y que creíamos olvidadas en nuestra ya lejana juventud..., la vida nos lleva allá donde los recuerdos permanecen colgados como parte de nosotros, mismo lugar, parecidas circunstancias, sabemos que ningún recuerdo del pasado se materializa en el presente y sin embargo nos hace vibrar con sentimientos que ya creíamos superados, olvidados. Viejas maderas que arden con la rapidez de la urgencia, con poco humo, llamas vivas que nos sorprenden en su viveza, quizás todo sea un mal sueño, quizás sea el miedo a un te quiero, quizás no sea nada, quizás todo sea fruto de un miedo a la soledad reflejada en una mirada confiada, quizás no haya respuestas a tantas preguntas, quizás haya sido un hermoso día de primavera..., quizás el próximo día amenaza con viento y lluvia, ¡es primavera!.

1 comentario:

AIRE dijo...

Los quizás y las dudas hacen al hombre prudente y más sabio siempre y cuando no lo paralicen.
¿Por qué todo va ser una pesadilla?, hay dos endecasílabos de Unamuno que dicen así:
"De la cuna nos viene la tristeza
Y también de la cuna la alegría"
Quizás sea una ráfaga de aire puro y no un mal viento la que se lleve la soledad, el miedo y los sentimientos negados. ¿Qué puede temer un trozo de madera al que se cuida y recupera?