jueves, 6 de marzo de 2014

Color de primavera.

Incorporado en la cama me sentí liberado de angustias soñadas, cansado y confuso en ese limite de la consciencia donde todo encaja..., poco a poco la vida en forma de luminoso amanecer me atrae hacia la ventana donde tanta vida he visto girar en la eterna rueda del tiempo, el cálido sol, mi viejo amigo..., me fijé en él, solitario en su esplendor mostraba sus frágiles y osadas flores, el viejo almendro ofrecía lo mejor de él, acaso solo sentía la vida y se mostraba exuberante, estaba vivo y no sabía, solo vivía el destino de ser acariciado por minúsculos seres a los que ofrecer su néctar, solo vivía..., quizás nosotros pasamos la vida creyendo tomar decisiones que en mayor medida nos vienen impuestas, pensando más allá del ahora..., lo llamamos "vivir" y no sentimos el "ahora", no tenemos tiempo para mostrarnos a los demás, nunca tuvimos tanta capacidad de comunicarnos y a la vez nunca estuvimos tan aislados, queremos abarcar más allá  sin apenas sentir el suelo que ahora pisamos, pasamos, vivimos y no sentimos, quizás todo aquello que buscamos esta juntos a nosotros, quizás el viejo almendro solo siente la vida, conoce su vida..., un día cualquiera, un triste amanecer el viejo almendro no ofrecerá su florida imagen, simplemente dejará de sentir, solo el vacío, el frío vacío tras el cristal... 

2 comentarios:

AIRE dijo...

Decía el siempre acertado Seneca: "mientras postergamos nuestros empeños, la vida pasa".
¡Qué bello y profundo artículo!... Y tan triste...
El tiempo es la excusa perfecta para ocultar la falta de confianza en nosotros mismos y en los demás.
Ocurre que nos volvemos más selectivos. Porque comprendemos que (el tiempo) se nos va tan rápido...
Y cuando contemplamos el estallido de vida de nuestro querido y curtido almendro, deberíamos entender su mensaje de supervivencia, alegría y perseverancia.
Es cruel lo que nos hacemos a nosotros mismos, pero no sólo es la falta de tiempo. Tiene más que ver con las cobardías y miedos estúpidos. Pero la fuerte luz que irradia la primavera, seguro, los elimina y deja paso a la vida. Entonces, el tiempo será un aliado y no un enemigo. Tan sólo habrá sido un paréntesis en la vida... Que siempre se reinventa.

vuelo corto dijo...

Ya no deseo ver pasar la vida, acaso necesito sentirme vivo en el paso de la vida, esperar determinados días y horas, desear el reencuentro, ¿que más necesito?. Amo tanto esta vida, tanto que en ocasiones se me nota el miedo. Mi querida Azucena, no tomes mis modestos escritos al pie de la letra ya que algunos tienen un algo en común,algún día los reuniré y tal vez consiga formar un relato mucho más amplio.
La ilusión nos ayuda a caminar
¡Gracias!