Tus palabras...

Solo necesitabas que te escuchase... solo escuchar tus miedos, tus humanos miedos... no me pediste nada, solo necesitabas hablar y ser escuchado con respeto y sobre todo con el cariño personal que te profeso, duele, duele mucho sentir la necesidad de vaciar el alma en un intento de diluir los íntimos miedos, de parar lo que tanto tememos aún sin saber hasta donde alcanza, solo que conoces el que ya pasé por esa encrucijada en la que sin saber nos sentimos pequeños, indefensos y miramos a un dios del que siempre tenemos la sensación de no ser escuchados... mi sincero deseo... pronto reiremos recordando los absurdos miedos que seguro quedarán atrás pero ya nada será igual pues habremos sentido el gélido aliento que nos grito nuestra debilidad, nada será igual, nada es igual y cual humano viacrucís, paso a paso reiremos tras la máscara de la resignación que la vida nos ofrece, no entendiste o no quisiste entender mi aceptación de la vida, no es una derrota ni agachamos la cabeza solo que la vida templa nuestra alma en el dolor, es inevitable y por ello en mi máscara siempre hay una cálida sonrisa y una frase amable, quizás sea lo único que necesitamos, ¿lo demás?, solo cabe esperar sin pensar mucho en ello.