Tras una sonrisa.

Abrazos, abrazos de verdad, abrazos donde sobran las palabras, abrazos llenos de calidez humana, abrazos donde  sobran las posturas aprendidas en la hipocresía, cálidos abrazos que dicen tanto sin apenas decir ... miradas sinceras  junto a ligeros labios que besan como heraldos de tantas palabras... abrazos que calman tu desazón, fríos abrazos con palmadas que solo mueven el polvo del abrigo, tantos abrazos que duelen por la cobardía de quién los ofrece, rutinas sociales que no me interesan, ya la vida me ofrece el saber valorar los aspectos del ser humano pues solo es cuestión de edad y nadie somos perfectos solo que se mirar a los ojos, se abrazar sabiendo a quién... sonrío y tengo la suerte de poder sonreír con aquellos a quienes nos basta un apretón de manos, una simple caricia, un ligero abrazo, una palabra amable, una sonrisa... y somos felices.

Tus palabras...

Solo necesitabas que te escuchase... solo escuchar tus miedos, tus humanos miedos... no me pediste nada, solo necesitabas hablar y ser escuchado con respeto y sobre todo con el cariño personal que te profeso, duele, duele mucho sentir la necesidad de vaciar el alma en un intento de diluir los íntimos miedos, de parar lo que tanto tememos aún sin saber hasta donde alcanza, solo que conoces el que ya pasé por esa encrucijada en la que sin saber nos sentimos pequeños, indefensos y miramos a un dios del que siempre tenemos la sensación de no ser escuchados... mi sincero deseo... pronto reiremos recordando los absurdos miedos que seguro quedarán atrás pero ya nada será igual pues habremos sentido el gélido aliento que nos grito nuestra debilidad, nada será igual, nada es igual y cual humano viacrucís, paso a paso reiremos tras la máscara de la resignación que la vida nos ofrece, no entendiste o no quisiste entender mi aceptación de la vida, no es una derrota ni agachamos la cabeza solo que la vida templa nuestra alma en el dolor, es inevitable y por ello en mi máscara siempre hay una cálida sonrisa y una frase amable, quizás sea lo único que necesitamos, ¿lo demás?, solo cabe esperar sin pensar mucho en ello.

Hoy.

Un día cualquiera pero no una fecha común, nunca habrá olvido, sembraste mucho amor sin nada a cambio, déjame besar tu nombre y darte una simple flor...

En voz baja, duerme...

Lo que son las cosas, ya te conozco sin haber sido presentados pues simplemente te he visto y ni siquiera te has dignado el saludar con un gesto, creí ver tu mano en tu escroto, quizás ya me conozcas por la voz, no se estar callado pero ya me irás conociendo... ¡sí! yo soy aquel de las aventuras casi imposibles en un país donde siempre ganaran los buenos que seremos nosotros, ¡sí! soy el del frigorífico donde hallarás lo que te guste y sin pedir permiso, el que reirá contigo tras demostrarme lo fuerte que serás con una "leche" en pleno ojo y como te gustará querrás repetir y yo me haré invisible..., cazaremos caracoles que en realidad serán terribles dragones pero no temas nada, tu disfruta el lugar que la vida te ha dado pues no hallarás otro mejor y llegado el momento no llores pequeñín pues solo cariño encontrarás en quienes ya esperamos en la ilusión de tu feliz venida, cuanta ilusión genera la dulce espera, tanta que simplemente nos hace soñar un futuro donde solo exista el amor y la libertad, que bella ilusión por la que luchar para ofrecer lo mejor a quién esperamos, ¡duerme mi niño! no tengas prisa, todos te esperamos, todos...

Sin pudor.

He leído y he llorado; quizás mi intima persona se aferra a un flexible junco deseando no caer y a la vez sentir el dulce abandono en la deseada caída ..., alguien me pregunto el motivo de escribir públicamente mi pequeña vida... ahora puedo gritar mis íntimos miedos, ahora puedo gritar mis alegrías, la vida quema etapas y las cenizas se enfrían cada vez con una mayor prisa por enterrar el ayer, a veces preciso releer aquello que vomité llevado de la urgencia por vaciar mi alma... no llueve, solo son lágrimas que el cielo nos guarda para humedecer nuestros rostros cada vez que la vida nos muestra la pequeñez y la realidad de nuestros sueños, ¡claro que tengo miedos junto a mis alegrías! pero hay días que ya no tengo ganas de pelearme con la vida que una y otra vez nos están ofreciendo los que hablan en nuestro nombre, mentiras, mentiras y sometimiento vergonzoso de un pueblo que ya no lucha ni siquiera por su dignidad humana... he llorado por el incierto futuro que ya no pelearé, estoy en pie esperando poder escupir la palabra ¡sinvergüenzas! y que mi saliva moje sus mentiras, tengo la certeza de haber sido engañado...