lunes, 30 de mayo de 2011

Vuelos.

Te veo acostada sobre el viento y admiro tu poder, siento tu penetrante mirada y no temo tu presencia, quisiera ser... pero no soy y sé lo que soy, tú y yo somos prisioneros de nuestra propia vida, amanece cada día para los dos con la misma necesidad impuesta y quizás el vernos sea la rutina vital, el saber del otro nos hace el sentirnos vivos, veo tus amplios vuelos desde mis cortos recorridos, veo tus lejanos intentos de caza, mientras busco mis semillas siento tu vuelo en la cercanía de mi frondosa rama y no temo tu presencia..., siento pena por ti, condenada a sentir el acelerado latido del corazón de tu presas, a clavar tus poderosas garras en aquellos que no sintieron tu presencia, a desgarrar la vida para solo poder vivir, tu poderoso pico diestro en segar las vidas, manchado en la sangre caliente..., comiste bajo mi árbol..., una vez más me miraste y en tu poderosa mirada vi lo que ya sabia, junto a la sangre aún fresca de tu cara corrían una cálidas lágrimas, y sentí pena de tu poderosa figura.
Mañana estaré esperándote al pie de mi árbol, sin miedo y feliz de verte un día más.

No hay comentarios: