La dignidad del ser humano debe conseguirse en una permanente lucha por sentirla como algo propio, no debemos ni podemos esperar que el poder nos regale nuestros derechos y menos de forma gratuita. Por el hecho de nacer disfrutamos de unos logros que como todo lo cotidiano apenas valoramos, tan apenas lo conocemos más allá de los periódicos discursos de los políticos de turno y esa cotidianidad nos lleva a creer que las conquistas sociales son dádivas del poder sin caer en la sutil trampa de que por "nuestro bien" nos los van recortando para superar las crisis que solo afecta, casualmente, a quienes nada tuvimos que ver en su origen. Quizás debamos ser más objetivos a la hora de dar nuestro voto y ello sin olvidar que los políticos en su conjunto solo aspiran a "ganar" la opción de seguir viviendo de nuestro sacrificio, más allá de colores y banderas partidistas.Decidir está en nuestras manos, ¡podemos hacerlo!.
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