Otros caminos.

Hay momentos en los cuales se gesta un cambio en los hábitos de vida del ser humano, la mayoría de las veces sin percibir que la chispa la genera un inadvertido hecho que nos pone en marcha hacia otros caminos, buscamos llevados de nuestra innata curiosidad y ello nos hace probar otros sabores, nos anima y nos ilusiona en algo que simplemente no sabíamos de su existencia, ¿motivos?... quizás la personal libertad nos hace mirar en nuestro entorno sin la urgencia de un fin, ¿cuantas personas han sonreído a nuestro lado sin percibirlo?... un gesto amable, una sonrisa, son llaves que abren corazones para simplemente mostrarnos su afecto sincero... ¡yo creía!, con tan pocas cosas importantes en la vida y nos pasamos la mitad de ella caminando, corriendo sin mirar, como el asno tras la zanahoria y cuando miramos descubrimos seres que solo carecen de una caricia, de un ¡cuéntame!, pobres de nosotros que pasamos sin ver esas sonrisas ni esas manos que salen a nuestro encuentro, otros caminos que llevan a otros lugares cercanos, otra actitud para respirar otros aires y escuchar otros sonidos... la vida es tan hermosa a pesar de la mierda que esparcimos sobre ella, tan simplemente hermosa como una sencilla conversación que nos haga ignorar el paso del tiempo, seguimos caminando, tras el sol las estrellas guiarán nuestros pasos por nuevos caminos, nuevos horizontes... escribió quién sabia de esperanzas: Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, / con las lluvias de abril y el sol de mayo / algunas hojas verdes le han salido... Mi corazón espera también, hacia la luz y hacia la vida / otro milagro de la primavera.