esa vislumbre que no tiene dueño
afila tu delirio / arma tu sueño
en tanto yo te espero en la otra orilla
si somos lo mejor de los peores
gastemos nuestro poco albedrío
recuperará tu cuerpo / hacerlo mio
que yo lo aceptaré de mil amores
y ya que estamos todos en capilla
a dondequiera el mundo se equivoca
aprendamos la vida boca a boca
y usemos de una vez la maravilla.
M. Benedetti, (el amor y las mujeres).
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