martes, 13 de abril de 2010

Querida primavera.

Dulce primavera, dulce e imprevisible primavera, tan dulce como el suave despertar al nuevo día desde un sueño preñado de oscuros y fríos sentimientos, dulce e incontenible fuerza que revienta de su letargo y que explosiona en aromática y colorida floración, como hermosa y segura promesa de un fruto..., existe tanta vida en la primavera, tantos deseos de abrir los brazos y sentir la cálida caricia del sol..., sentir, soñar en pos de un recuerdo, también es vivir, y cuando el sol anuncia un nuevo día también despertamos a una querida promesa que junto a ese rayo de sol que descansa sobre nuestra almohada nos hace oír un sincero te quiero..., mi dulce primavera, la más femenina y la más hermosa, donde la vida cobra múltiples formas en busca de una pujante realidad veraniega abocada al ocre otoño..., bulliciosa primavera donde se confunden los vuelos, las idas y venidas fruto de una actividad limitada en el tiempo que dura la hermosa primavera, latidos poderosos que mueven profundos sentimientos como ascuas sopladas por el viento..., abro mi ventana y le pregunto a mi querida primavera...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y que le preguntas?, ya sabes la respuesta y también de mi afecto.
Un abrazo.